El cine contribuye a crear un “clima de sensibilidad” en la sociedad en el que pueden arraigarse las preguntas y los cambios políticos, afirma Shabana Azmi, estrella del cine indio y activista, en una entrevista con la AFP.
“El cine tiene la capacidad de crear un clima de sensibilidad en el que se pueden producir cambios. Una película, un libro, una pintura no pueden cambiar el mundo por sí solos, pero pueden iniciar un proceso de cuestionamiento en el público. Y es el comienzo”, explica la actriz de 74 años, a quien el festival Tres Continentes de Nantes rindió homenaje esta semana.
Con una flor blanca recogida en un moño, vestida de seda, Shabana Azmi se dice “encantada” por este homenaje y “conmovida” por el entusiasmo que suscitan sus películas.
La sala estaba llena el miércoles por la mañana para la proyección de “Ankur”, de Shyam Benegal, su primera película estrenada en 1974, hoy emblemática del “cine paralelo”, la nueva ola india.
Interpreta a una joven de pueblo que inicia una relación con el hijo de un rico terrateniente tras la desaparición de su marido.
La película, que reflexiona, entre otras cosas, sobre las castas y el feudalismo, “todavía resuena hoy”, dijo Shabana Azmi en la introducción.
La actriz representa en la India “una leyenda, en el cruce de Catherine Deneuve y Jeanne Moreau”, explica Jérôme Baron, director artístico de Trois Continents.
– Controversial –
En sus 50 años de carrera, Shabana Azmi ha aparecido en más de 160 películas, tanto éxitos de taquilla como largometrajes independientes, situando su compromiso social en el centro de sus elecciones y de su interpretación.
Estrenada en 1996, la película “Fuego”, en la que su personaje deja a su marido por su cuñada, suscitó una considerable polémica en el país.
Cuando se estrenó en los cines, activistas nacionalistas hindúes atacaron varios cines. La película fue prohibida unas semanas después de su estreno, antes de ser autorizada nuevamente.
“En ese momento, este tema (el amor entre dos mujeres) nunca se discutió. Cuando hice la película, sabía que crearía controversia. Que algunas personas estarían molestas, otras encantadas de que su voz finalmente fuera representada, que algunas estar perturbada, pero también que se iniciaría un proceso de cuestionamiento, que para mí es la cumbre”, explica la actriz.
Involucrada desde sus inicios, Shabana Azmi fue, en paralelo a su carrera actoral, miembro de la cámara alta del parlamento indio entre 1997 y 2003.
“Pude llevar la voz del pueblo al mismo lugar donde se adoptan las políticas de salud, vivienda y derechos de las mujeres”, recuerda Shabana Azmi.
– “La compasión humana” –
Hija del poeta urdu Kaifa Azmi, la actriz creció en Mumbai, en una comunidad comunista de ocho familias.
“Tengo muy buenos recuerdos, la gente de allí era poetas, pensadores, idealistas, estaban comprometidos con la justicia social y la igualdad entre hombres y mujeres. De ellos saqué mis valores, el de la compasión humana y la preocupación por los menos privilegiados. ” ella dice.
Shabana Azmi es hoy presidenta de la ONG fundada por su padre, la “Mijwan Welfare Society”, comprometida en la India con la equidad social y económica y que se centra en el acceso de las niñas a la educación.
Su compromiso político y su carrera cinematográfica son, según ella, inseparables y se han nutrido a lo largo de los años.
“Para mí no es posible que un actor sensible pueda interpretar el papel de una persona que lucha todo el día contra la injusticia y volver a casa, en la comodidad del aire acondicionado, y decirse a sí mismo: no tengo nada que ver con esta gente, ” ella dijo.
Pero cuando se le pregunta si cree que cada película debería tener un significado político, responde sin dudar: “No”.
“Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera. Yo nunca actuaría en una película que arroja una luz degradante sobre las mujeres. Preferiría que la gente no lo hiciera, pero algunas personas quieren hacerlo. Si se priva a la gente de esa elección, entonces eres un dictador”.