El primer día de Marc Márquez como piloto oficial de Ducati, durante un test en Barcelona, marcó un esperado punto de inflexión para el ocho veces campeón y la escudería italiana. Tras pasar un año adaptándose a la Desmosedici, Márquez se puso al manillar de la GP25, un prototipo desarrollado para 2025. Sus comentarios iniciales disiparon las preocupaciones de los ingenieros. “Cuando volvió a boxes, lo primero que dijo fue: Me gusta la moto. Para mí, fue un alivio”, dijo Massimo Grassilli, director deportivo de Ducati Corse.
Márquez aliviado
En este día de pruebas, esencial para sentar las bases de la próxima temporada, Márquez y su compañero de equipo Pecco Bagnaia también hicieron comentarios similares sobre la moto. “Pecco y yo vimos las mismas ventajas y los mismos problemas”, subrayó Márquez. Una complicidad técnica que Ducati esperaba, ya que el encuentro entre estos dos campeones puso en duda el equilibrio dentro del equipo. Para Márquez, este paso fundacional también le permitió reconectarse con un papel central en el desarrollo, un desafío que parece dispuesto a asumir: “Me siento preparado para dar una respuesta precisa a la fábrica”.
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Marc Márquez se muestra visiblemente aliviado tras los primeros test en Barcelona al volante de su nueva Desmosedici.
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