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Los negociadores israelíes que asisten a las conversaciones de alto el fuego y liberación de rehenes en Doha han expresado un “optimismo cauteloso”, incluso cuando persisten algunas brechas entre ambas partes, dijo a CNN una fuente familiarizada con el asunto.
Una delegación israelí de alto nivel, que incluye al director del Mossad, David Barnea, llegó a Doha, tras claras señales de progreso en las negociaciones sobre rehenes y alto el fuego.
Las zonas donde sigue habiendo luz diurna entre ambos bandos son el corredor de Filadelfia -una estrecha franja de tierra a lo largo de la frontera entre Egipto y Gaza- y la presencia de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza, así como las frases relativas al fin de la guerra, según la fuente.
Israel ha exigido durante mucho tiempo que sus tropas permanezcan a lo largo del corredor de Filadelfia, mientras Hamás insiste en que se retiren. El desacuerdo sobre ese estrecho pero estratégico terreno fue una razón clave para el fracaso de las conversaciones anteriores en agosto del año pasado.
También persisten brechas entre el liderazgo de Hamás en Gaza y el liderazgo del grupo en el extranjero, explicó también la fuente.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que se reunió el sábado con el enviado del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para Medio Oriente, Steve Witkoff, enfrenta presiones tanto de la actual administración estadounidense como de la entrante para llegar a un acuerdo antes del 20 de enero.
A pesar de esa presión, la fuente dijo que la decisión de enviar la delegación de alto nivel a las conversaciones en Doha se tomó porque la mayoría de las partes involucradas en las negociaciones realmente quieren un acuerdo, y agregó que las condiciones están maduras. “La presión estadounidense tuvo poco que ver con esto”, afirmó la fuente.
Pero la presión de Estados Unidos se siente claramente dentro del gobierno israelí, reconoció un funcionario israelí a CNN el sábado.
La delegación israelí también incluye a Nitzan Alon, jefe de la unidad de rehenes de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Ronen Bar, jefe de la agencia de seguridad Shin Bet de Israel.
Las negociaciones parecen estar estancadas desde hace meses, a pesar de los esfuerzos del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden. Mientras tanto, Trump ha advertido que “se desatará un infierno” si los rehenes no son liberados antes de su toma de posesión el 20 de enero.
El Foro de Familias Rehenes acogió con satisfacción la decisión de enviar la delegación israelí y describió la medida como “una oportunidad histórica para asegurar la liberación de todos nuestros seres queridos”.
“No dejemos piedra sin remover y regresemos con un acuerdo que garantice el regreso de todos los rehenes, hasta el último”, dijo el foro en un comunicado el sábado.
El optimismo llega incluso cuando la guerra de Israel contra Hamas en Gaza continúa, y las FDI anunciaron el sábado la muerte de cuatro soldados en combate en el norte del enclave.
Israel lanzó la guerra en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que mataron a más de 1.200 personas y tomaron como rehenes a más de 250. Desde entonces, al menos 46.537 palestinos han muerto y más de 109.571 personas han resultado heridas, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Si bien decenas de rehenes fueron liberados como parte de un acuerdo de corta duración sobre rehenes a cambio de un alto el fuego en noviembre de 2023, el gobierno israelí cree que todavía hay 98 rehenes retenidos en Gaza, casi todos los cuales fueron tomados el 7 de octubre de 2023, y decenas de los cuales se cree que están muertos.
La creciente frustración por la falta de progreso desde el acuerdo de 2023 ha hecho que los manifestantes salgan regularmente a las calles en Israel.
El sábado se produjeron protestas en varios lugares, incluido Tel Aviv, donde algunos manifestantes marcharon por el centro de la ciudad con carteles que pedían el fin de la guerra y decían “los líderes débiles libran guerras sin sentido”.
En la manifestación semanal en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, Shira Albag –cuya hija de 19 años, Liri Albag apareció en un reciente vídeo de rehenes como “prueba de vida” publicado por Hamás – exigió un acuerdo inmediato mientras se dirigía a la multitud.
“Estoy aquí, exactamente una semana después de recibir la prueba de vida de mi Liri, y mi corazón sólo quiere gritar. Liri, nuestra luz, de apenas 19 años –una niña con toda la vida por delante– está ahí, en cautiverio, en el infierno”, Albag dicho.
“¡Un trato ahora!” exigió, y agregó: “¡Liri está viva y regresará viva a casa!”
El embajador de Estados Unidos en Israel, Jack Lew, y el embajador del Reino Unido en Israel, Simon Walters, también se dirigieron a la multitud.
“Esta noche, como amigos y aliados cercanos de Israel, reafirmamos nuestro compromiso de ayudar a lograr un avance que traerá a los rehenes a casa y traerá un futuro mejor para la gente de esta región”, dijo Lew.
Walters añadió: “Hamás tiene toda la responsabilidad por estos crímenes. Pero en la práctica sabemos que la única manera de traer a todos los rehenes a casa es mediante la negociación”.
Mientras tanto, la madre y el padre de Itay Chen, uno de los siete ciudadanos con doble ciudadanía estadounidense-israelí que aún están retenidos por Hamas, visitaron Qatar en persona esta semana para hablar con los negociadores.
Chen está muerto pero su cuerpo no ha sido recuperado ni devuelto.
“Fuimos a Qatar porque no tenemos plena confianza en nuestros representantes en las negociaciones y deseábamos transmitir la posición de las familias a los facilitadores de Estados Unidos y Qatar”, dijo Ruby Chen a CNN el sábado.
Jeremy Diamond y Jim Sciutto de CNN contribuyeron a este informe.
