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La OTAN ha asumido el control de las defensas aéreas en Polonia de manos de Estados Unidos pocos días antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, según un portavoz de la OTAN, y surgen dudas sobre el enfoque de la administración entrante hacia la alianza y hacia Ucrania.
La OTAN asumió el mando y control de Estados Unidos el jueves, dijo el coronel Martin O’Donnell, y ayudará a salvaguardar los nodos logísticos en Polonia que son necesarios para continuar entregando ayuda crucial para el esfuerzo bélico de Ucrania contra Rusia. La medida es parte de un esfuerzo más amplio que se ha estado trabajando durante meses para trasladar la carga de ayudar a Ucrania de Estados Unidos a los países europeos, en medio de dudas sobre si el apoyo estadounidense continuaría bajo la administración Trump.
Los aliados de la OTAN se han estado preparando para que el apoyo de Estados Unidos a Ucrania se reduzca durante el próximo año. Trump ha cuestionado el valor de la ayuda a Ucrania y el compromiso de Estados Unidos con la OTAN, y aunque ha dicho que quiere poner fin a la guerra, aún no ha intervenido sobre si su administración continuará brindando asistencia militar a Ucrania.
Antes de la inminente transferencia de poder, Estados Unidos ha trabajado para hacer que la ayuda a Ucrania pase de ser un esfuerzo liderado por Estados Unidos a un mecanismo liderado por la OTAN, en parte para “hacerla a prueba de Trump”, informó CNN.
“Ese trabajo continúa y la OTAN asume cada día más responsabilidad”, dijo O’Donnell, portavoz del Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa.
La administración Biden ha tratado de dejar a Ucrania en la posición más fuerte posible mientras se prepara para la administración entrante de Trump, tanto en el campo de batalla como en caso de negociaciones. El jueves, Estados Unidos anunció otro paquete de ayuda militar de 500 millones de dólares para Ucrania, el último paquete esperado del liderazgo saliente.
Durante el mes pasado, la OTAN comenzó lentamente a asumir responsabilidades del esfuerzo estadounidense para ayudar a Ucrania, conocido como Grupo de Asistencia de Seguridad-Ucrania (SAG-U), que manejaba el flujo de armas y equipos occidentales a Kiev. Las defensas aéreas en Polonia, ahora bajo el mando de la OTAN, son una parte clave para proteger los centros logísticos que permiten el flujo de esas armas.
Otro elemento crítico en la ayuda a Ucrania ha sido el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania (UDCG), liderado por Estados Unidos, una reunión de aproximadamente 50 países que han apoyado a Ucrania con armas y equipos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, encabezó el jueves la última reunión de la UDCG de la administración Biden en la base aérea de Ramstein en Alemania, desafiando a los demás países a mantener vivo el foro. Aún no está claro si la administración Trump seguirá presidiendo el foro o si un país europeo tendrá que asumir el cargo.
“No debemos detenernos ahora”, dijo Austin en una conferencia de prensa el jueves. “La coalición que apoya a Ucrania no debe retroceder. No debe flaquear. Y no debe fracasar”.
