Desde el viernes 20 de diciembre, una serie de incidentes que implicaron intentos de ataques incendiarios se han dirigido a infraestructuras en Rusia. Según las agencias de noticias rusas TASS y Fontanka, se han registrado alrededor de 20 casos distintos, principalmente en Moscú y San Petersburgo y sus alrededores.
Entre los objetivos de estos incendios se encuentran bancos, oficinas de correos, centros comerciales, oficinas de reclutamiento militar y otros edificios administrativos.
Las autoridades rusas atribuyen estos actos a personas reclutadas en línea por estafadores que prometen dinero a cambio de estos ataques. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran a veces a los perpetradores filmando sus acciones con teléfonos móviles. Sberbank, el principal banco de Rusia, informó de un aumento del 30% en los intentos de incendio provocado en una semana, según la agencia Ria Novosti.
Sorprendentemente, muchos de los detenidos son jubilados. Los servicios de seguridad rusos (FSB) acusan a los estafadores ucranianos de manipular a estas personas haciéndose pasar por agentes de seguridad. Estos últimos supuestamente les pedían realizar actos delictivos a cambio de sumas de dinero o acceso a cuentas bancarias bloqueadas. Kyiv no ha reaccionado a estas acusaciones.
Este fenómeno se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Kiev y Moscú, desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, en febrero de 2022. Las oficinas de reclutamiento militar han sido especialmente atacadas con cócteles molotov, en reacción a campañas impopulares de planes de reclutamiento. Los tribunales rusos han condenado a los autores identificados de estos ataques a duras penas de prisión.