Avances en las negociaciones para liberar a los rehenes israelíes retenidos en Gaza desde octubre de 2023. Mientras tanto, Israel amenaza a los rebeldes hutíes en Yemen tras un ataque con misiles y conversaciones sobre nuevos acuerdos de paz. Descubra las últimas novedades en este complejo tema…
El conflicto palestino-israelí está experimentando importantes cambios, entre esperanzas de liberación de rehenes, amenazas de ataques y perspectivas de nuevos acuerdos de paz. A medida que avanzan las negociaciones para los israelíes en Gaza, el primer ministro Benjamín Netanyahu adopta una línea dura con los rebeldes yemeníes tras un ataque con misiles, al tiempo que habla de una extensión de los Acuerdos de Abraham. Descifrando una situación geopolítica en rápida evolución.
“Progreso” en las negociaciones sobre rehenes en Gaza
En su intervención ante el Parlamento israelí, el primer ministro Benjamín Netanyahu informó “cautelosamente” de los avances en las conversaciones destinadas a garantizar la liberación de los rehenes retenidos en la Franja de Gaza desde el ataque sorpresa de Hamás en octubre de 2023. De las 251 personas secuestradas en ese momento, 96 siguen cautivas del movimiento islamista palestino, 34 de los cuales se dan por muertos según el ejército israelí.
Aunque el contenido exacto de las negociaciones sigue siendo confidencial, el jefe de Gobierno quiso asegurar a los familiares de los rehenes la determinación de Israel de recuperarlos: “Pensamos en vosotros y no abandonaremos a vuestros seres queridos, que también son los nuestros. » La situación humanitaria de los cautivos y las negociaciones entre bastidores para obtener su liberación siguen siendo un tema muy sensible en Israel.
Firmeza hacia los rebeldes hutíes de Yemen
Al mismo tiempo, Benjamín Netanyahu alzó la voz contra los rebeldes hutíes en Yemen, tras el lanzamiento de un misil balístico que causó 16 heridos leves en Tel Aviv durante la noche del viernes al sábado. Apoyado por Irán, este grupo armado reivindicó este rarísimo ataque en suelo israelí, que la “Cúpula de Hierro”, el escudo antimisiles, no logró interceptar.
“Pedí a nuestras fuerzas armadas que destruyeran la infraestructura de los hutíes porque cualquiera que intente atacarnos debe ser golpeado con la fuerza”
“, criticó el Primer Ministro israelí delante de los diputados.
Esta amenaza de una respuesta a gran escala ilustra el nerviosismo de las autoridades israelíes ante las actividades de los aliados de Teherán en la Península Arábiga, en un contexto de crecientes tensiones en torno al programa nuclear iraní. Los rebeldes hutíes ya han atacado los intereses israelíes en el Mar Rojo en el pasado.
¿Hacia una ampliación de los acuerdos de paz con el mundo árabe?
Pese a estas tensiones regionales, Benjamín Netanyahu reafirmó su deseo de prorrogar los acuerdos de paz alcanzados en 2020 por Israel con varios países árabes bajo los auspicios de Estados Unidos, conocidos como los “Acuerdos de Abraham”. Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Sudán normalizaron entonces sus relaciones con el Estado judío.
“Junto con nuestros amigos estadounidenses, tengo la intención de ampliar los Acuerdos de Abraham y así cambiar el Medio Oriente aún más radicalmente. »
dijo.
Estos comentarios sugieren la posibilidad de un acercamiento con otras potencias suníes de la región, como Arabia Saudita, para formar un frente común contra la creciente influencia del Irán chií. Pero ese escenario todavía enfrenta numerosos obstáculos, empezando por el estancamiento del proceso de paz palestino-israelí.
La mediación estadounidense es más esencial que nunca
En este contexto volátil, el papel mediador de Estados Unidos parece crucial para desactivar las crisis y promover la estabilidad regional. Washington, aliado histórico de Israel, mantiene canales de comunicación con todas las partes, incluido Hamás a través de intermediarios.
Según fuentes diplomáticas, la administración Biden está trabajando entre bastidores para facilitar un acuerdo sobre los rehenes de Gaza y evitar una escalada de violencia con los hutíes. Pero el camino hacia una paz duradera en Oriente Medio sigue plagado de obstáculos, entre cuestiones de seguridad, rivalidades geopolíticas y tensiones de identidad.
La esperanza suscitada por los recientes avances diplomáticos no debe ocultar la magnitud del desafío que hay que superar para escapar del ciclo del conflicto. Sólo un enfoque global e inclusivo, que tenga en cuenta las aspiraciones legítimas de todos los pueblos de la región, puede sentar las bases de un futuro pacífico y próspero en el Oriente Medio. Un horizonte aún lejano, pero que la comunidad internacional nunca debe perder de vista.