Es un apretón de manos valorado en 500 millones de euros. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, realizó el domingo 22 de diciembre una visita sorpresa a Rusia, donde se reunió con Vladimir Putin. Es apenas el segundo líder de un país de la Unión Europea que realiza este viaje desde el inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania. Su predecesor fue Viktor Orban. Y, al igual que su homólogo húngaro, Robert Fico vino a Rusia principalmente para hablar sobre el gas.
Bratislava y Budapest siguen siendo grandes clientes del gas ruso, que obtienen a precios ventajosos. Este gas llega a través de un gasoducto de la era soviética, llamado “Brotherhood”. Cruza Ucrania hasta la frontera con Eslovaquia. Todavía transporta 15 mil millones de metros cúbicos al año a Italia, Austria, Hungría y Eslovaquia. Estas compras no están cubiertas por las sanciones de la Unión Europea. Eslovaquia se beneficia de importantes regalías por el tránsito de este gas (alrededor de 500 millones de euros al año).
El fin del tránsito por Ucrania
Sin embargo, a partir del 1 de enero Ucrania pondrá fin al paso de gas ruso por su territorio. “Ya no permitiremos que Rusia gane dinero con nuestra sangre” justificó al presidente Volodymyr Zelensky. Puede parecer sorprendente que Ucrania haya esperado tanto. Kiev explica esto por el hecho de que su compañía de gas estaba sujeta a un contrato y corría el riesgo de sufrir fuertes sanciones.
Este contrato vence el 31 de diciembre y no será renovado. Por eso, durante semanas, Eslovaquia y Hungría han estado intentando que Ucrania revierta su decisión. Al igual que Viktor Orban, Robert Fico defiende la idea de levantar las sanciones europeas contra Rusia en nombre de sus intereses nacionales. El viernes acusó a Ucrania de “causando aumentos de precios y daños económicos a la Unión Europea”.
Eslovaquia y Hungría todavía esperan convencer a Bruselas de que presione a Ucrania para que renueve el contrato. La Comisión Europea no parece muy receptiva. Considera que existen soluciones alternativas para abastecer a Eslovaquia.
“Arrástrese frente a un asesino”
El tema ocupó todavía parte del Consejo Europeo del 18 de diciembre en Bruselas, al que asistió el presidente ucraniano. Robert Fico propuso comprar gas a Azerbaiyán para evitar pagos a Rusia. Pero Volodymyr Zelensky se negó. “Sólo podremos aceptar la reanudación del tránsito si tenemos la garantía de que este gas no ha sido comprado previamente a Rusia, o si los ingresos de la compra se depositan en una cuenta bloqueada hasta el final de la guerra”, propuso el presidente ucraniano.
Para intentar salvar su acceso al gas ruso, Robert Fico acudió al Kremlin nada más finalizar el Consejo Europeo. Al final de su reunión con Vladimir Putin, dijo: “Rusia está dispuesta a seguir proporcionándonos gas. » Pero no ha dicho cómo piensa transportarlo a su país.
Y su activismo para preservar sus ingresos del gas está empezando a molestar a un cierto número de países vecinos. El ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavsky, comentó sobre el viaje de Robert Fico: “La República Checa ha tomado medidas para reducir su dependencia energética para no tener que humillarse ante un asesino. »