Después de sufrir un déficit de precipitaciones durante meses, varios municipios de la Reunión han alcanzado un nivel de alerta o incluso de crisis. Obligando a la prefectura a tomar medidas temporales para restringir el uso del agua en una quincena de ellos.
Reunido nuevamente el 11 de diciembre, el comité de sequía no recibió buenas noticias mientras que las únicas precipitaciones notables en 2024 se remontan a enero y al ciclón Belal.
Las lluvias ligeras y poco intensas observadas desde octubre no han permitido restablecer el nivel de las aguas subterráneas y de los cursos de agua. Y las previsiones para finales de 2024 no son nada tranquilizadoras, ya que se espera que la temporada de lluvias llegue más tarde de lo habitual.
De hecho, algunos municipios ya están sujetos a cortes diarios de agua. Es el caso de Cilaos, Saint-André, Sainte-Marie, Saint-Paul o Salazie. De aquí en adelante, “Es de temer que se produzcan recortes instantáneos en algunos distritos de Avirons, Bras-Panon o La Plaine des Palmistes”advierte la prefectura.
En total, 14 municipios repartidos por los cuatro rincones de la isla se encuentran en estado de vigilancia, alerta, alerta reforzada o incluso crisis, ya se trate de aguas subterráneas o superficiales. Sainte-Marie es la más seca, con un estado de crisis que se caracteriza tanto por las aguas subterráneas como por las superficiales.
Además, en un decreto del 19 de diciembre, la prefectura registra el cruce de determinados umbrales y define medidas de vigilancia y restricciones temporales sobre determinados usos del agua en los municipios afectados.
Dependiendo de su nivel de alerta, estas medidas pueden afectar a personas, comunidades, empresas y operaciones agrícolas. Los usos podrán reducirse o incluso prohibirse durante determinadas franjas horarias. Se regula así el riego de céspedes o huertas, el abastecimiento de fuentes públicas, el llenado de piscinas, las muestras para riego o el lavado de vehículos.
Todas las medidas y municipios afectados se pueden encontrar aquí. Tienen una vigencia de un mes, al final del cual un nuevo decreto los prorrogará o levantará si la situación lo permite.