doComparada con la suerte de algunos formidables criminales contemporáneos, la detención del hombre de la máscara de hierro podría compararse con una sentencia breve. Aunque todavía no sabemos de qué se le acusó en su momento, el misterioso prisionero habría pasado “sólo” cuarenta y dos años a la sombra del reino de Luis XIV. Lejos, por tanto, de Tommy Recco y sus sesenta primaveras acumuladas.
Pero es con Maurice Gâteaux (1936-2019) que Francia ostenta uno de los récords mundiales –al menos para una democracia– en términos de encarcelamiento ininterrumpido. Condenado primero por un robo mortal, luego fue condenado a cadena perpetua tras el asesinato de uno de sus guardias, evitándole en el proceso su deficiencia mental la pena de muerte. Cincuenta y un años seguidos de prisión antes de que el anciano aprovechara, en 2016, una suspensión de la pena al cumplir 80 años, para finalmente ir a morir un poco más tarde en una residencia de ancianos.
Suicidio
A sus ochenta años, después de medio siglo en prisión, fue en cambio tras las rejas donde André Pauletto, asesino de mujeres y niños, murió en 2016. Apodado “la pantera negra”, el martiniqueño Pierre -Justo Marny- no tenía tanto. paciencia, prefiriendo suicidarse en sus 46mi año de encierro en el verano de 2011. Detenido en 1976 tras el asesinato de siete mujeres y un hombre, Marcel Barbeault sobrevive aún a la sombra de la casa central de Saint-Maur (Indre). El “asesino en la sombra”, que ahora tiene 83 años, escapó del cadalso gracias a la casualidad de que un calendario había visto organizado su juicio pocos días después de la subida de François Mitterrand al Elíseo.
Condenado en múltiples ocasiones, Rédoine Faïd tampoco ha llegado al final de su condena. Qué importa si el hombre apodado “el rey de la fuga” acaba de declararse en huelga de hambre durante diez días para protestar por el aislamiento en el que se encuentra, la posible liberación del ladrón no debería ser posible antes del año 2060. la noche de su 88 cumpleaños.
Sentencia perdida finalmente para el libanés Georges Ibrahim Abdallah, de 73 años, segundo recluso por antigüedad tras cuarenta años en el centro penitenciario de Lannemezan (65). A pesar del dictamen favorable del tribunal que aplica las sentencias antiterroristas, la fiscalía se opuso el jueves por octava vez a su liberación ante el Tribunal de Apelación de París.