Se cree que miles de mineros ilegales, a menudo de otros países y llamados “zama zamas” (“los que lo intentan” en zulú), están trabajando en pozos mineros abandonados en toda Sudáfrica rica en minerales.
Más de dos docenas de mineros ilegales han sido rescatados y al menos nueve cadáveres arrastrados a la superficie de una mina de oro abandonada en Sudáfrica, según un funcionario local, mientras el martes se reanudaban las búsquedas para un posible rescate de decenas más.
Una empresa de rescate minero envió el lunes una gran jaula para rescatar a los mineros en el sitio cerca de Stilfontein, a unos 140 kilómetros al suroeste de Johannesburgo. No se sabe cuántas personas quedan todavía en este pozo de oro de casi dos kilómetros de profundidad, pero la policía, que lleva a cabo una operación desde noviembre para desalojar a los mineros ilegales, ha indicado que podrían ser varios cientos.
Johannes Qankase, un líder comunitario, dijo el martes que el día anterior se habían rescatado 26 personas y se habían encontrado nueve cadáveres en el pozo. “Están muy enfermos y muy deshidratados. Se puede ver que casi se están muriendo”, dijo sobre los rescatados.
La mayoría de ellos fueron llevados al hospital y, según informes, dos fueron detenidos, dijo Qankase, mientras continuaban las operaciones de rescate.
Desde hace meses, el acceso a esta mina está cerrado en el marco de la operación policial. Las autoridades han sido acusadas de intentar obligar a los mineros a salir a la superficie de lo que parecía una pequeña ciudad subterránea reduciendo el suministro de alimentos y agua que les llevaba la comunidad local desde principios de noviembre. vivían en la economía informal alrededor de la mina. El gobierno dijo el lunes que más de 1.000 personas involucradas en actividades mineras ilegales en el área han regresado y han sido detenidas hasta el momento.
A mediados de noviembre, algunas fuentes locales afirmaron que hasta 4.000 personas se encontraban bajo tierra, pero la policía dijo que probablemente eran unos cientos. Seis cadáveres fueron sacados de la mina a principios de diciembre y uno en noviembre. Algunas fuentes locales hablan de más de 100 cadáveres bajo tierra.
En las últimas semanas, los mineros que han salido del pozo han informado de hambre aguda y deshidratación bajo tierra. Algunos fueron detenidos por no tener los documentos oficiales que les permitieran estar en el país.
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