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El petróleo en Senegal: oportunidad de crecimiento y soberanía por Mohamed LY

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Según información de prensa, Senegal produjo 8,17 millones de barriles de petróleo entre junio y septiembre de 2024 en el marco del proyecto Sangomar. Esto nos permite estimar una producción promedio diaria de aproximadamente 66.885 barriles por día.

Con tal producción, Senegal está clasificado actualmente como un pequeño productor de petróleo en África. En comparación con los principales productores:

Nigeria: primer productor africano con una producción diaria que oscilará entre 1,2 y 1,5 millones de barriles en 2024.
Angola: alrededor de 1 millón de barriles por día.
Argelia: alrededor de 1 millón de barriles por día.
Estas cifras muestran que nuestra producción sigue siendo significativamente inferior a la de los principales productores africanos. Sin embargo, esta entrada en el sector petrolero convierte a Senegal en un productor emergente. Este estatus podría cambiar si las reservas y la producción aumentan en los próximos años.

Potencial para reducir el déficit presupuestario: cómo cumplir mejor nuestro objetivo de soberanía

Ahora debemos preguntarnos: ¿puede este nivel de producción ayudarnos a cubrir nuestro déficit presupuestario y fortalecer nuestra soberanía económica?

Para evaluar esto, veamos los ingresos generados por esta producción. El déficit presupuestario de Senegal se estima en unos 940.200 millones de FCFA.

Con las siguientes hipótesis de cálculo:

Precio promedio del petróleo: USD 85 por barril.
Tipo de cambio: 620 FCFA por 1 dólar.
Vemos que para una producción de 8,17 millones de barriles en cuatro meses, los ingresos totales de esta producción serían aproximadamente 429,7 mil millones de FCFA para este período. Sin embargo, sólo el 10% de estos ingresos regresan a Senegal, sin contar los ingresos fiscales relacionados. Por tanto, los ingresos durante 4 meses ascienden aproximadamente a 43 mil millones de FCFA. Suponiendo que la producción sea constante a lo largo del año, esto representaría 129 mil millones de FCFA al año en extrapolación lineal. Y con un déficit de más de 940 mil millones de FCFA, estos ingresos petroleros cubrirían aproximadamente el 13,7% de las necesidades totales.

En resumen, los ingresos actuales del petróleo no son suficientes para cubrir el déficit presupuestario. Podrían reducir una pequeña parte de este déficit, pero Senegal seguiría dependiendo de otras fuentes de financiación y de reformas presupuestarias para lograr un equilibrio presupuestario viable. En este marco macroeconómico sería ilusorio hablar de soberanía a nivel estatal. Un país incapaz de financiar su gasto presupuestario por sus propios medios no tiene la necesaria libertad de elección en sus políticas económicas y sociales. En ausencia de esta capacidad, a menudo se vuelve dependiente de préstamos, ayuda y financiación externa, que generalmente vienen con condiciones y requisitos específicos en términos de reformas estructurales, implementación de políticas de austeridad presupuestaria, etc.

Aprender de las experiencias internacionales: el caso holandés

La experiencia de los Países Bajos, conocida como la “maldición de los recursos” o enfermedad holandesa, puede servirnos de lección. Cuando los Países Bajos descubrieron vastos recursos de gas natural en la década de 1960, inicialmente experimentaron una rápida prosperidad. Sin embargo, esta ganancia inesperada ha creado una peligrosa dependencia económica que ha frenado el desarrollo de los sectores no energéticos. A pesar de sus recursos naturales, los Países Bajos han visto su economía volverse vulnerable, lo que ha provocado desempleo e inestabilidad económica a largo plazo.

Esta excesiva dependencia de los recursos naturales pone de relieve la necesidad de que Senegal diversifique su economía. Nuestros recursos petroleros deben gestionarse con prudencia para evitar caer en esta trampa económica. No pueden reemplazar el papel del trabajo y la inversión en educación, tecnología y agricultura, que son los motores sostenibles de nuestro desarrollo.

La entrada de Senegal en el sector petrolero es una oportunidad, pero debe abordarse con humildad y una estrategia a largo plazo. Nuestro éxito depende de nuestra capacidad para diversificar la economía, invertir en capital humano y construir industrias sólidas que creen empleo y sean independientes de las fluctuaciones de los precios del petróleo.

Si el petróleo es una oportunidad, la verdadera palanca de nuestro desarrollo sigue siendo el trabajo y el esfuerzo colectivo. Esto es lo que mejorará la calidad de vida de todos nuestros compatriotas y hará de nuestro país una nación verdaderamente emergente. Mohamed LY Presidente del Think Tank IPODE

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