La operación para rescatar a los mineros ilegales atrapados en la mina de oro en desuso de Stilfontein en Sudáfrica terminó con un alto número de víctimas: se encontraron 78 cadáveres. Según medios sudafricanos, algunos mineros recurrieron al canibalismo para sobrevivir.
Después de varios meses de asedio para desalojar a los trabajadores ilegales, la policía finalmente lanzó una operación de rescate esta semana. 246 mineros lograron salir con vida de la mina antes de que comenzara la operación, pero muchos otros, demasiado débiles para regresar, quedaron atrapados bajo tierra. El balance final se sitúa en 78 muertos, una cifra”nunca visto en sudáfrica“, según testigos.
El canal de noticias sudafricano SABC News informa que “signos de canibalismo”fueron descubiertos en la mina. Se dice que algunos mineros comieron partes del cuerpo de sus compañeros para sobrevivir.
La policía está acusada de provocar la muerte de algunos mineros al limitar el acceso a alimentos y agua durante la operación de desalojo. La policía se defiende afirmando que “nadie impidió que nadie saliera“y que proporcionar alimentos a los mineros ilegales equivaldría a”mantener actividades mineras ilegales“.
Un fenómeno generalizado
Hay decenas de miles de “zama zamas”, como se llama a los mineros ilegales en Sudáfrica, a menudo explotados por bandas criminales. Muchos son extranjeros, lo que refuerza las tensiones xenófobas en el país. El Ministro de Recursos Minerales, Gwede Mantashe, calificó la actividad de “zama zamas” como “Ataque a nuestra economía por parte de ciudadanos extranjeros.“.
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