Agua, alimentos, combustible, refugio: los palestinos carecen de bienes esenciales en la Franja de Gaza, donde el número de muertos se estima en más de 46.000.
Corresponsal en Jerusalén
La tregua fue esperada con impaciencia por los palestinos de Gaza, que se regocijaron el miércoles por la noche con el anuncio de un acuerdo que puso fin a quince meses de guerra. En los últimos días, varias oleadas de rumores han alimentado la esperanza de dejar de vivir por fin con el miedo constante a los bombardeos. Después de 467 días de guerra, los más de dos millones de palestinos en Gaza, la mayoría de los cuales han sido evacuados y viven en refugios precarios, están agotados.
Pero el cese de los combates no pondrá fin a una crisis humanitaria de escala sin precedentes. En todos los frentes, la situación de esta pequeña franja de tierra encajada entre el mar y el desierto es catastrófica. Faltan alimentos y agua, los hospitales apenas funcionan por falta de combustible para alimentar los generadores de electricidad. Edificios, carreteras, redes eléctricas o tuberías: las infraestructuras han quedado devastadas por los combates. Basado en imágenes de satélite…
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