Desde principios de 2025, las autoridades de Casablanca han dejado oficialmente de expedir y renovar permisos individuales para los guardias de vehículos en las calles y barrios de la ciudad. Esta decisión marca un punto de inflexión decisivo en la gestión del aparcamiento urbano y pretende poner fin a una anarquía que persiste desde hace décadas.
El objetivo de esta iniciativa es establecer orden en un sector en gran medida desorganizado y a menudo criticado por su falta de regulación. Sin embargo, las autoridades locales aún no han desvelado en detalle las medidas alternativas previstas para llenar el vacío dejado por los guardianes tradicionales, una situación que suscita muchas dudas entre los ciudadanos.
Un deseo de reorganizar el espacio público
Esta iniciativa se inscribe en un marco más amplio de reorganización del espacio público en Casablanca. De hecho, la metrópoli se enfrenta a una urbanización galopante y a una presión constante sobre su infraestructura. La revisión del método de gestión del aparcamiento refleja el deseo de reforzar la normativa urbana y garantizar un mejor control de las plazas de aparcamiento, a menudo fuentes de tensión entre los conductores y los guardias.
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A la espera de que se esclarezcan las medidas que se adoptarán, ciudadanos y automovilistas se preguntan cómo garantizarán las autoridades la seguridad de los vehículos y el buen aparcamiento, especialmente en las zonas más transitadas.
Hacia una generalización de los parquímetros
Según la información transmitida por Médias24, la generalización de los parquímetros parece ser la solución preferida por las autoridades para sustituir el sistema actual. Esta alternativa, aunque todavía en fase de desarrollo, podría potencialmente revolucionar la gestión del aparcamiento urbano en Casablanca. Sin embargo, el potencial financiero de esta red sigue en gran medida sin explotar.
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La empresa Casa Baïa, encargada de la gestión de los parquímetros, factura actualmente unos 7 millones de dírhams al año, una cantidad considerada irrisoria dada la magnitud de la red de aparcamientos en una ciudad como Casablanca. Esta observación sorprendió incluso al Wali de la región, Mohamed Mhidia, que ve esta situación como un desperdicio de un recurso infravalorado.
Las prácticas electorales en cuestión
A lo largo de los años se ha acumulado un déficit importante, en gran parte debido a las prácticas electorales. Los ayuntamientos han concedido autorizaciones de seguridad de forma incontrolada, a menudo por motivos políticos, en detrimento de una gestión racional y rentable. Esta anarquía no sólo perturbó el sector, sino que también contribuyó a una pérdida sustancial de ingresos para Casa Baïa y, por extensión, para la ciudad.
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Al poner fin a estas prácticas, las autoridades esperan restablecer el equilibrio entre los ingresos generados por el aparcamiento y el potencial económico real de este sector estratégico. La anarquía reinante dio paso a una necesidad urgente de reestructuración y profesionalización.
Una ampliación estratégica de los parquímetros
Entre las medidas previstas, la ampliación de la red de parquímetros es un elemento central. Este sistema debería implementarse en áreas clave como hospitales, Corniche y el parque tecnológico Casanearshore. Esta expansión ayudará a satisfacer las crecientes necesidades de estacionamiento y al mismo tiempo generará ingresos considerables.
La instalación de parquímetros en estas zonas estratégicas pretende también mejorar la experiencia del usuario ofreciendo un servicio más estructurado, transparente y eficiente. Si estas medidas van acompañadas de una comunicación adecuada, podrían ayudar a aliviar tensiones y cambiar los hábitos de los automovilistas.
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Una reforma con múltiples desafíos
Esta reforma no se limita a una simple reordenación del aparcamiento. Refleja una ambición más amplia de la ciudad de Casablanca de modernizar su gestión urbana y maximizar los beneficios económicos de la infraestructura existente. Además, forma parte de un enfoque destinado a devolver a los espacios públicos su vocación original, liberándolos de las prácticas abusivas que los saturan.