Pensábamos que la moda del escondite se había desvanecido un poco después de la época dorada de la década de 2010 (y la de la Prohibición, por supuesto). Pero no, las nuevas coctelerías parisinas vuelven a disfrutar de esconderse. Hay que decir que, además de recibir a clientes que están encantados de estar informados, los bares clandestinos también representan una buena oportunidad para ocupar sótanos sin ventanas donde no se puede cenar decentemente.
Bruma
La antigua UC-61 ha resurgido, completamente transformada. La decoración submarina de la década de 1940 ha dado paso a un mar de terciopelo rojo y laca carmín para crear un ambiente bofetada macaense bastante genial. ¡Solo queda probar los cócteles!
O ? 4 rue de l’Arc de Triomphe, París 17
Fama
La Renommée, primer restaurante fuera de Estados Unidos del grupo americano Hogsalt, juega al máximo la carta del París balzaciano con una fachada con letras doradas, carpintería calada y platos de brasserie. En el sótano hay una barra tan abovedada como aterciopelada. Sobre las antiguas mesas con pedestal, tomamos un Martini, la especialidad anunciada de la casa.
O ? 95 rue Saint-Honoré, París 1
Le Speakeasy du Gyozabar
Debajo de esta inocente barra de ravioles japoneses se esconde una pequeña y larga barra de madera. Los viernes y sábados podrás acompañar las gyozas del piso de arriba con los clásicos cócteles retorcidos.
O ? 56 Passage des Panoramas, París 2