Sólo en diciembre, la inflación en Suiza volvió a desacelerarse, hasta el 0,6% interanual, frente al 0,7% en noviembre, debido a la caída de los precios de los productos petrolíferos y del transporte, así como de los equipos domésticos.
En variación mensual, los precios disminuyeron el 0,1% respecto al mes de noviembre debido a la caída de los precios de los paquetes de viajes internacionales, medicamentos y hortalizas diversas, detalló la OFS. Por el contrario, los precios en la industria hotelera y parahotelera han aumentado.
Una situación menos tensa que en la zona del euro
Suiza no escapó a la ola de inflación que se aceleró repentinamente en los meses posteriores a la invasión de Ucrania. Pero había partido de un nivel bajo y la inflación no había alcanzado las mismas proporciones que en la zona del euro. En 2022, alcanzó un máximo del 3,5% anual en agosto, luego comenzó a disminuir a trompicones, hasta llegar al 2,8% para todo el año.
A partir de junio de 2023, volvió a caer por debajo de la marca del 2% prevista por el banco central y continuó disminuyendo en 2024. El año pasado, volvió al 1% en marzo, pero luego se recuperó en abril y mayo. antes de volver a caer hasta quedar por debajo del umbral del 1% en septiembre.
De este modo, el Banco Nacional Suizo pudo empezar a flexibilizar su política monetaria ante el Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense, empezando por un recorte de tipos de 0,25 puntos en marzo de 2024, seguido de otras reducciones de la misma magnitud en junio y septiembre, y luego con un recorte de 0,50 puntos en diciembre. Tanto el BNS como el Ministerio de Economía esperaban una inflación del 1,1% en 2024 en promedio anual. Para 2025, sus previsiones son similares, del 0,3%.