El ejército israelí anunció la muerte de dos oficiales de la Brigada Nahal durante enfrentamientos en el norte de la Franja de Gaza. El capitán Eitan Ashkenazi, de 24 años, comandante adjunto de compañía del 932.º batallón, y el capitán Dvir Zion Revach, de 28 años, comandante de compañía del mismo batallón, murieron por disparos de misiles antitanque en Beit Hanoun.
El alcalde del Consejo Regional de Binyamin, Israel Gantz, rindió homenaje a Ashkenazi: “Eitan, ex miembro de la unidad Egoz, luchó con valentía y dirigió a sus soldados en la Brigada Nahal hasta que cayó en combate. Creció y fue educado en el espíritu de devoción y amor por el pueblo y la patria”.
Michael Kabasa, alcalde de Hatzor Haglilit, la ciudad natal de Ashkenazi, dijo: “Hatzor perdió a uno de sus mejores hijos. Eitan, cuarta generación en Hatzor, era un símbolo de dedicación, determinación y coraje”.
Otros dos soldados del 932.º Batallón resultaron gravemente heridos en el mismo ataque y fueron evacuados al hospital. Esta pérdida eleva a 827 el número de soldados israelíes muertos desde el inicio de la guerra.
La víspera, el soldado Uriel Peretz, de 23 años, del batallón Netzah Yehuda, también murió en Beit Hanoun por un disparo de misil antitanque, y otros siete soldados resultaron heridos, tres de ellos de gravedad. Un día antes, el sargento Yuval Shaham, de 22 años, petrolero del 9º batallón de la brigada “Huellas de Acero” (401), perdió la vida en un accidente operativo durante una ofensiva en Jabalia.
Boaz Yossefi, director de la escuela Amit Hatzor donde estudió Ashkenazi, destacó: “Eitan era un hombre de verdad y humildad, que amaba la Torá. Se convirtió en un excelente oficial después de servir como combatiente en una unidad de élite”.