Según Alioune Ndiaye, la soberanía no puede ser unidimensional. Debe estructurarse en torno a cuatro pilares esenciales: económico, político, monetario y militar.
“Las crisis recientes han revelado nuestras vulnerabilidades. La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve nuestra dependencia de bienes esenciales, mientras que la guerra ruso-ucraniana ha aumentado las presiones sobre las cadenas de suministro. Debemos aprender de estas experiencias para anticiparnos y construir un futuro más autónomo. »
El descubrimiento de recursos naturales, en particular petróleo y gas, ofrece oportunidades sin precedentes para Senegal. Sin embargo, el experto advierte sobre la “maldición de los recursos”.
“La explotación de esta riqueza debe ir acompañada de estrategias claras para garantizar una gobernanza transparente y evitar los peligros de la mala gestión. Una industrialización bien diseñada podría convertirse en un motor de transformación económica. »
Para Alioune Ndiaye, la autosuficiencia alimentaria constituye uno de los pilares fundamentales de la soberanía. Esto implica desarrollar una política agrícola sólida, respaldada por cadenas de valor eficientes.
“El arroz, el maní y otros cultivos estratégicos deben estar en el centro de nuestras prioridades. Esto requiere una revisión de las políticas agrícolas, una mejor organización de las partes interesadas y la promoción de los productos locales. »
También es crucial la transparencia en la gestión de los recursos agrícolas, combinada con una gobernanza institucional eficaz.
“Las instituciones deben rediseñarse para promover una gestión ejemplar. Esto requiere la formación de líderes patrióticos, capaces de brindar un liderazgo transformacional. »
Si bien aumentan los llamados al nacionalismo económico, Alioune Ndiaye insiste en la distinción entre este concepto y la xenofobia.
“No se trata de rechazar a los extranjeros, sino de promover las capacidades locales y colocar a los hijos del país en posiciones estratégicas. Vivimos en un mundo interdependiente donde los convenios internacionales garantizan el acceso mutuo a las oportunidades. Sin embargo, nadie construirá Senegal para nosotros. »
“Los senegaleses también viven en otros países. No querrían ser víctimas del rechazo por su nacionalidad. Debemos construir un modelo inclusivo, pero firmemente anclado en nuestros intereses nacionales. »
Para enfrentar el desafío del nacionalismo económico, Senegal necesitará combinar visión y acción. La soberanía, ya sea alimentaria, energética o institucional, requiere una revisión de las prioridades nacionales. La experiencia local, la gestión transparente de los recursos y un liderazgo inteligente serán decisivos para hacer de Senegal un actor autónomo y competitivo en la escena internacional.