Un escándalo financiero de una magnitud sin precedentes sacude actualmente a la Industria del automóvil senegalesadestacando prácticas de malversación y malversación financiera. El caso, que se refiere a una cantidad astronómica de 1.200 millones de FCFAllevó a la dirección general de la empresa a presentar una denuncia, lo que desencadenó una investigación liderada por la fiscalía financiera y el División de Investigaciones Criminales (Dic).
El primer arresto en este caso se refería Jeque Ahmadou El Khadim Diengun hombre de 42 años, quien ocupaba el cargo estratégico de asistente del gerente de tránsito. Responsable de depositar cheques para el pago de derechos aduaneros ante el Percepción-Dakar-Puertohabría incumplido sus obligaciones, sumiendo a la empresa en una situación crítica.
El asunto estalló tras una alerta del Síndico General del Tesoro, informando de atrasos en los pagos correspondientes al año 2023. Al no poder presentar los recibos necesarios para justificar los pagos efectuados, Cheikh Ahmadou El Khadim Dieng negó cualquier implicación, invocando incluso problemas de salud para explicar su incapacidad para responder plenamente a las acusaciones.
La investigación rápidamente puso de relieve otras anomalías que van más allá del año 2023. Al examinar las cuentas del año 2024, la dirección de Sénégalaise de l’Automobile descubrió prácticas similares, lo que sugiere que este desvío es el resultado de un sistema que funciona bien. .
La investigación también reveló hechos inquietantes relacionados con Cheikh Ahmadou El Khadim Dieng. Este último habría utilizado su compañía personal, « Tránsito Lógico »para ocultar determinadas transacciones. Durante un registro en su local ubicado en el centro comercial « 4C »En una maleta se descubrieron recibos que datan de 2020.
Además, se estableció que la segunda esposa del imputado se acercó a Hacienda bajo una identidad falsa para intentar obtener una moratoria a favor de la empresa. Este enfoque plantea interrogantes sobre una posible complicidad interna y externa dentro de la organización.
Si Cheikh Ahmadou El Khadim Dieng es hasta ahora el principal sospechoso, las autoridades no ocultan su deseo de ampliar la investigación. Numerosos indicios apuntan a que otras personas, dentro o fuera de la empresa, podrían estar implicadas en esta red de malversación.
Los investigadores también están tratando de comprender el papel exacto de “activos” que los acusados habrían depositado en ocasiones en el puerto de Perception-Dakar y rastrear los flujos financieros asociados a estas transacciones.
Este caso pone de relieve los desafíos que enfrentan las empresas senegalesas en términos de gestión y transparencia financiera. También subraya la importancia de un control riguroso de los sistemas de pago y los mecanismos antifraude.
La Sénégalaise de l’Automobile, una empresa de renombre en el sector, debe afrontar ahora una crisis de confianza. Este escándalo podría tener importantes repercusiones en su imagen y sus operaciones.