Un salvadoreño miembro de una secta judía ultraortodoxa investigado en Guatemala por violación de menores ha sido arrestado en El Salvador, anunció el jueves la fiscalía guatemalteca.
El 20 de diciembre, las autoridades guatemaltecas rescataron a 160 niños de una propiedad perteneciente a esta secta, llamada “Lev Tahor”, que incluye a unas 50 familias principalmente de Guatemala, Estados Unidos y Canadá.
A finales de diciembre, Interpol emitió una “notificación roja”, en base a una orden de arresto, contra Jonathan Emmanuel Cardona Castillo, de, según el expediente, 23 años y de nacionalidad salvadoreña.
“La Fiscalía ha sido informada de la detención del miembro de la comunidad Lev Tahor, Jonathan Emmanuel Cardona Castillo”, en El Salvador, dijo el fiscal Juan Francisco Reyes en un video publicado en las redes sociales.
Las autoridades salvadoreñas no informaron de inmediato sobre este arresto.
Jonathan Emmanuel Cardona está acusado de los delitos de “violación, abuso de menores y trata de personas en la modalidad de embarazo forzado”, explicó el fiscal. Reyes añadió que han recibido cuatro denuncias de adolescentes contra el joven de 23 años por “humillaciones y una de ellas por violación”.
La búsqueda se llevó a cabo en la finca de la secta en Oratorio, en el sureste de Guatemala, como parte de una investigación sobre sospecha de trata de personas “en forma de embarazos forzados, abuso infantil y violaciones”.
Después del rescate de 160 niños, un centenar de miembros del grupo Lev Tahor (“Corazón Puro” en hebreo) intentaron recuperar por la fuerza a los niños colocados, que pudieron ser recuperados y puestos bajo protección legal.
Lev Tahor tiene su sede en Guatemala desde 2013. Fundada en la década de 1980, practica una forma ultraortodoxa de judaísmo, según la cual las mujeres deben usar túnicas negras que las cubran de la cabeza a los pies.
En 2014, la secta fue expulsada de una localidad maya debido a conflictos con los lugareños.
El grupo se instaló en Oratorio en 2016 tras varias intervenciones policiales contra sus locales. En ese momento, las autoridades dijeron que actuaban a petición de Israel, cuya policía buscaba a un menor desaparecido.
Por su parte, la secta se considera víctima de una “persecución religiosa”.
