Mañana complicada, este día de Navidad, en el 105D de la avenida Général-Leclerc, en Nancy. Hacia las 10:15 horas, los servicios de emergencia fueron alertados de un incendio que se había iniciado en un apartamento situado en el primer piso de una residencia debajo de la arteria Nancy.
Los bomberos llegaron rápidamente al lugar y desplegaron importantes recursos. En el lugar, una gran escalera que permitió llegar a la catástrofe y combatirla, camiones bomba de tres toneladas, vehículos de asistencia y asistencia a las víctimas, pero también un equipo SAMU, un puesto de mando y una unidad de asistencia respiratoria.
Evacuación rápida
Un imponente dispositivo que permitió atender a 32 personas que vivían en la residencia, que tuvieron que ser evacuadas muy rápidamente. De hecho, algunos ni siquiera tuvieron tiempo de ponerse zapatos y ropa de abrigo. Entre ellos se encuentran personas mayores, pero también niños, incluido un bebé. Cuatro personas resultaron heridas, dos por quemaduras de primer grado y otras dos por intoxicación por humo, y fueron evacuadas a urgencias. Todos fueron recibidos en el vestíbulo de la residencia Maréchal-Leclerc acompañados por médicos y bomberos del SAMU.
A las 11.00 horas los bomberos seguían trabajando y aún se podían ver las llamas en la vivienda, que quedó completamente destruida. El incendio se inició en la habitación, sin que se conozca su origen, siendo imposible por el momento determinar las causas exactas por la violencia del incendio.
Dos familias tendrán que ser realojadas y los demás inquilinos no saben cuándo podrán recuperar la posesión de sus viviendas. De hecho, a los bomberos les espera un largo trabajo, que tendrán que raspar el aislamiento exterior y también cortar los suelos, para garantizar que ningún incendio comience a arder en el edificio.
Una unidad de asistencia respiratoria fue enviada al lugar para poder recargar las botellas del aparato respiratorio que aísla a los bomberos, quienes están bajo las órdenes del comandante Geoffrey Baulin.
“Fue realmente impresionante”
Al vivir en un apartamento del segundo piso, Souad experimentó una mañana que no olvidará fácilmente. “Los bomberos subieron las escaleras y tocaron puertas preguntando si había alguien en los apartamentos. Le dije que sí y me dijeron que por el momento me quedara en el alojamiento. Luego salimos del edificio, acompañados por los bomberos. Fue impresionante, había llamas, gente por todos lados y mucho ruido. »
Protegida por una manta de supervivencia, la joven madre abraza a su hija Israa, de 14 meses, que duerme tranquilamente sobre su hombro, con su gorro rosa con dos pompones atornillados a la cabeza. “La acurruqué contra mí cuando salimos del departamento, ella se calmó, pero es verdad que quedó impactada por todo lo que pasó, fue realmente impresionante. »