El Consejo Federal envió el viernes al Parlamento una revisión de la Ley sobre la igualdad de las personas con discapacidad (LHand). Esta reforma pretende ampliar la lucha contra la discriminación en el mundo del trabajo y de los servicios privados y reconoce oficialmente las tres lenguas de signos suizas (alemana suiza, francesa e italiana).
Actualmente, las personas con discapacidad sólo se benefician de protección contra las desigualdades si trabajan en una institución pública. Con estas medidas dirigidas al sector privado, el gobierno pretende promover una sociedad más accesible e igualitaria. Pero, para muchos, esta revisión es sólo un primer paso, y se acercan otros plazos para ir más allá.
De hecho, esta revisión de la ley se produce en un contexto de creciente presión, impulsada en particular por la iniciativa popular “Por la igualdad de las personas con discapacidad”. En respuesta, el Consejo Federal anunció este lunes un contraproyecto indirecto destinado a desarrollar prestaciones de asistencia y establecer una nueva ley marco sobre inclusión, con especial atención a la vivienda. “Estas mejoras son una señal clara de que el trabajo de las asociaciones de personas con discapacidad y las demandas de los más de cien mil firmantes de la iniciativa de inclusión están dando frutos”, se alegra Maya Graf, asesora de los Estados y Co. -presidenta de la asociación Inclusión Handicap.
A pesar de los avances propuestos, la accesibilidad en el transporte público sigue siendo un punto crítico. El plazo de 20 años para hacer accesibles las infraestructuras, que expiró a finales de 2023, no fue suficiente para resolver las numerosas disfunciones. Inclusion Handicap y el PS suizo piden al Parlamento que fije un nuevo calendario vinculante, acompañado de mecanismos de control eficaces. Para la asociación y el partido, sin estos ajustes, muchas personas con discapacidad seguirán encontrando obstáculos en sus desplazamientos diarios, dificultando su inclusión social y profesional.
Un “reconocimiento puramente simbólico”
Según la Federación Suiza de Sordos, la revisión de la ley sobre la igualdad de las personas con discapacidad carece de sustancia. Este último considera que el reconocimiento de las lenguas de signos es puramente simbólico. La organización lamenta la falta de medidas concretas para la promoción de estas lenguas. La Federación pide al Parlamento que corrija esta decisión y garantice un acceso real a la educación, la salud y el trabajo. El consejero nacional Gerhard Pfister (Centro/ZG) afirmó: “Las lenguas de signos son lenguas, no una discapacidad”.