El peligro de aludes en los Alpes es de grado 4. (imagen ilustrativa)Imagen: Aire-Glaciares
Las fuertes nevadas han hecho que la capa de nieve sea inestable y el peligro de avalanchas sigue siendo muy alto. Una practicante de snowboard perdió la vida en Graubünden y se produjo un deslizamiento en Crosets (VS). Un guía y socorrista de Aire-Glaciares nos recuerda el peligro actual que reina fuera de pista.
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Los amantes del fuera pista tendrán que tener paciencia. Según información de MeteoSwiss, en la región de los Alpes y Prealpes se midieron entre el domingo y el lunes por la mañana entre 30 y 60 cm de nieve nueva. El martes por la mañana se hablaba de casi un metro de nieve por encima de los 1.500 m.
Un vagón de oro blanco que debemos a la depresión “Enol” centrada en el Mar del Norte, que trae aire frío y húmedo en una fuerte corriente del noroeste.
Pero las sonrisas pueden dar paso rápidamente a muecas. En Crosets (VS), el martes por la tarde se activó una placa. Los equipos de rescate y helicópteros se encontraban en el lugar en busca de esquiadores.
Una situación “crítica”
La página web del Instituto para el estudio de la nieve y los aludes (SLF) está tachada en rojo. Las alertas de nivel 4 (peligro alto) son visibles en muchas estaciones. En los distintos boletines se recuerda que los flujos ya pueden ser provocados por un solo aficionado a los deportes de invierno. En muchas regiones también se temen avalanchas espontáneas.
El SLF confirma en su contacto la inestabilidad de la masa de nieve: “Actualmente en muchos lugares hay un frágil manto de nieve antigua, por lo que la situación de avalanchas también es crítica en muchas regiones”. Esta es una situación típica del inicio de temporada, que se estabilizará en los próximos días.
Para comprobarlo y frenar a los más atrevidos, la nieve fresca y la nieve acumulada descansan sobre una capa desfavorable de nieve vieja, describe el SLF.
De la Lucidez para detectar trampas.recuerda Air-Glaciers
“Se necesita lucidez y capacidad para detectar trampas”, subraya François Mathey, guía de montaña y socorrista especialista de Air-Glaciers. Él continúa:
“Hay cosas que son factibles en el grado 4, pero hay que adoptar el comportamiento correcto en el momento adecuado. En los próximos días, el mayor obstáculo será el factor humano y la falta de análisis”.
François Mathey, guía de montaña y socorrista especialista en Air-Glaciers
Gracias a los remontes, por ejemplo, es posible acceder a lugares fuera de pista sin tomarse el tiempo de analizarlos. Un peligro real, según el experto: “Con euforia podemos lanzarnos a pistas donde la capa de nieve aún no está estabilizada”, analiza el guía.
El portavoz de Air-Glaciers, Gael Gillioz, recuerda que los helicópteros de la empresa de salvamento ya intervinieron en dos avalanchas (la primera de excursionistas y la segunda de esquiadores fuera de pista) antes de esta fuerte precipitación: el domingo 15 de diciembre en la región de Derborence (VS) y el viernes de diciembre. 20 en la región de Verbier (VS). Este martes 24 de diciembre se lanzó una tercera operación en la región de Thyon (VS). Resultó ser una simple búsqueda.
Tras estas fuertes nevadas, las zonas de esquí están en alerta para asegurar las pistas. Air-Glaciers no se queda atrás: “Tenemos cinco helicópteros que partieron el martes por la mañana (rojo: 24 de diciembre)”, informa François Mathey.
En cuanto a las estaciones, Verbier habla de una situación ideal ante la afluencia masiva de amantes de los deportes de nieve. “No se esperan grandes multitudes antes del 26 de diciembre. Esto nos da tiempo para asegurar y preparar progresivamente toda nuestra zona de esquí entre hoy y mañana”, concluye Lionel May, director de operaciones de Téléverbier.
A medida que un anticiclón dé paso a la luz del sol, el peligro de avalanchas disminuirá lentamente. Sin embargo, la crítica situación durará varios días, como lo recuerda el triste accidente de Sophia Hediger, que perdió la vida en un deslizamiento en Arosa (GR).
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