Desde hace ocho (8) meses, Senegal cambia de régimen. Miembros del partido Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (PASTEF) tomaron el poder. Si Ousmane Sonko y el presidente Bassirou Diomaye Faye llegaron al poder fue gracias a un “PROYECTO” que vendieron a los senegaleses. Lamentablemente, la realización de este proyecto aún está pendiente. Y el país está al borde de la asfixia. Muchos sectores están sufriendo.
El nuevo régimen está perdido en prioridades. Desde que el dúo Ousmane Sonko y Bassirou Diomaye Faye llegaron al poder, localizar a los supuestos ladrones es lo único que funciona. En las redes sociales, los integrantes de Pastef hacen el papel de policías. A menudo indican personas que deberían ser arrestadas. A veces sus denuncias dan lugar a detenciones. Y cuando uno de ellos es arrestado, todo el ejército virtual exige su liberación. El asunto Khalifa Rapper es un caso flagrante.
Mientras el régimen pierde energía en la caza, los senegaleses ya no saben qué camino tomar. La crisis del sector de la edificación y obras públicas (BTP) es un claro ejemplo. Ante el cierre de grandes proyectos y deudas internas impagas, el sector está sufriendo una caída de casi el 25% en el consumo de cemento en el país. Lo cual no deja de tener consecuencias entre los gorgorlous (gente ingeniosa) senegaleses. Están pasando por un auténtico calvario.
“Ya se han producido más de 10.000 despidos en las empresas de la construcción”, según el secretario general del sindicato de trabajadores del sector que dio la voz de alarma a finales de octubre. Según él, grandes empresas como Eiffage, CDE y Soseter están registrando despidos masivos: entre 1.500 y 1.600 respectivamente, más de 900 y más de 1.000 puestos de trabajo perdidos. Incluyendo las empresas subcontratistas, esta cifra asciende a más de 10.000 puestos de trabajo perdidos.
Una situación que se verifica sobre el terreno. El nuevo régimen detuvo muchas obras de construcción. El impacto de esta parálisis sobre el empleo es igualmente alarmante. De ahí el llamado de ayuda de un actor del sector. En un texto del que Xibaaru recibió copiapide directamente al primer ministro, Ousmane Sonko. Pide ayuda para el sector que está en agonía. Incluso el Papa Ale Niang opina que es urgente reiniciar todo este trabajo. Un llamamiento que no debería caer en saco roto si el régimen no quiere afrontar la ira de los trabajadores.
“Los paros masivos del trabajo, la eliminación de puestos de trabajo en grandes empresas como Eiffage y muchas otras estructuras, han sumido a miles de familias en una precariedad insoportable. Nosotros, empresarios, artesanos y trabajadores, estamos al borde de la asfixia. Como pilar del desarrollo económico y de infraestructura, el sector de la construcción desempeña un papel crucial para nuestro país. Hoy, este pilar está tambaleándose, poniendo en riesgo miles de empleos directos e indirectos. Los empresarios ya no pueden cumplir sus compromisos financieros, los trabajadores pierden sus medios de subsistencia”, escribió en su carta.
El sector de la construcción es como Senegal. Muchos sectores de actividad están en agonía. Lo que impacta directamente a los senegaleses. Algunos incluso predicen una “situación de inseguridad alimentaria de crítica a peor”. En francés simple, los senegaleses corren el riesgo de vivir un mañana más oscuro si el nuevo régimen no pone en marcha el “PROYECTO” que apunta a 2050.
En las redes sociales, los senegaleses ya no ocultan su decepción. El país está muriendo por todos lados. Los padres y las madres se ven presionados por los altos precios y la falta de empleo. Es urgente que el Presidente Bassirou Diomaye Faye y su Primer Ministro Ousmane Sonko reorienten sus prioridades. El régimen debe evitar a los “bocazas” que están en la red. Una nación no se construye sobre la base de la venganza y los arrestos. ¡Las prioridades están en otra parte!
Aliou Niakaar Ngom para news.sn