“Es una edición de 1979 y mira en el preámbulo, hay una advertencia para los lectores”, explica el presidente del museo, hojeando la obra con cubierta naranja.
En efecto, en una sentencia de 1979, el Tribunal de Apelación de París había autorizado la venta del libro “teniendo en cuenta su interés histórico y documental, pero combinando esta autorización con la inserción en la cabecera del libro, justo después de la cubierta y antes las guardas, un texto de ocho páginas que advierte al lector.
Con un estilo lleno de odio, el dictador Adolf Hitler expuso en más de 700 páginas su “visión del mundo” del nacionalsocialismo, con sus componentes racistas y abiertamente antisemitas. “La cuestión judía se aborda en la página 60, eso ya es decir”, dijo el gerente.
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Esta copia enriquece así las colecciones de la estructura con el fin de concienciar sobre los peligros de las ideologías totalitarias. “Debería servirnos para advertirnos”, cree Gérard Glacial.
Una radio de 1933
El museo, que ya poseía una edición de “Mein Kampf” antes de que fuera robada, la pondrá a disposición de los lectores en su biblioteca. “Pero sólo estará disponible in situ”, advierte inmediatamente el presidente.
La semana pasada, el museo recuperó también un aparato de radio Nora, presentado en la exposición de Berlín de 1933. El Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, hizo campaña para que todas las familias tuvieran uno. “El aparato de radio estaba provisto de una etiqueta naranja (también presentada) que advertía al oyente de que escuchar emisoras de radio extranjeras era un delito punible con prisión”, explica Gérard Glacial.