El dispositivo da su veredicto: la multa de aparcamiento del Ford matriculado en Lot y Garona ha expirado “hace 14 horas y 31 minutos”, señala Sonia
. El oficial de vigilancia de la vía pública (ASVP) solo necesitaba ingresar el número de matrícula para obtener la información. Aplicar la carga post-aparcamiento a través del software no llevará mucho más tiempo: unos diez segundos.
Un poco más adelante, otro coche estaba aparcado sin que el conductor hubiera abonado el pago. Pero esta vez, ninguna sanción: Sonia muestra la tarjeta de inclusión de movilidad (CMI) que aparece detrás del parabrisas y le exime de ella.
Este jueves de mediados de diciembre las plazas libres ya son escasas, en el centro de Colmar donde Sonia y Marie
su colega, están de patrulla.
“Es eléctrico, ni siquiera necesitas guirnaldas”
Los mercados navideños son un período de mucha actividad para su servicio. No tanto en términos de cifras: como otros días, los dos compañeros escanearán cada uno unas 300 matrículas.
Pero más en cuanto al ambiente: “Es eléctrico, no hace falta guirnaldas”, bromea Marie, que, sin embargo, se muestra comprensiva: “A esa hora hay mucha gente, vamos al parque…”
Por no hablar del estrés: “La gente tiene que encargarse de los preparativos, de los regalos…” En aquel momento, también había misiones adicionales para su departamento vinculadas a los mercados, como la instalación de bolardos y vehículos anti-intrusión, antes su apertura. Esa mañana, otra pareja estaba a cargo.
Un poco más adelante se topan con un coche mal aparcado. Esta vez se trata de un delito penal. Después de la multa, Sonia se encarga de tomar varias fotos: “A veces, los infractores apelan, explicando que no estaban estacionados en ese lugar… Entonces podemos sacar las fotos como prueba. »
Marie y Sonia continúan su camino. Se conocen el centro de la ciudad de memoria. Cada día recorren una media de unos doce kilómetros a pie, haga cualquier tiempo. “Es cierto que cuando volvemos a casa por la noche nos quedamos dormidos fácilmente”, señala el primero. [le service] Capacitado en manejo de conflictos.
Cuando llegan a una zona, suelen ser detenidos por los usuarios, que parecen estar preocupados por la idea de ser multados. Allí hay un hombre preguntando dónde está el parquímetro. Aquí, una señora que lucha con el pago de Paybyphone. ” A veces,
está saturado”, concede Sonia, tras ofrecerse a ayudarla.
De vez en cuando, el intercambio se vuelve más tenso, como ocurre con este automovilista, sobre el aparcamiento instantáneo. Sonia le contesta sin perder la paciencia.
Los dos agentes fueron capacitados en gestión de conflictos. “Lo importante es mantener la calma”, insisten. Y saber salir antes de que la situación se salga de control. Tanto Marie como Sonia lo saben: su profesión no es la más popular del mundo.
Sobre todo porque lleva consigo su cuota de clichés. Como el que afirma que a ellos y a sus compañeros les pagan por cifras. “A veces nos dicen: ‘Ah, eso te da aguinaldo’…”, relatan. “¡Mi papel es verbalizar pero también estamos ahí para informar a la gente! » añade Sonia.
Las ASVP también son responsables de expedir autorizaciones para mudanzas, obras, etc. “De vez en cuando también tenemos que comprobar la limpieza de los baños”, añade Marie. Recorrer los parquímetros también forma parte de sus responsabilidades.
Empleadas del ayuntamiento, Sonia, Marie y sus tres compañeros son agentes de categoría C. Para ejercer, es necesario no tener antecedentes penales. Con 14 años de práctica, Sonia es ahora la mayor.
7,5 millones de euros cada año en las arcas municipales
A lo largo de los años, ha notado una disminución en el número de estacionamientos no remunerados. Según ella, varios factores podrían haber influido: “La posibilidad de pagar con tarjeta de crédito, abonos de 15 o 20 euros al mes”, enumera. Un fenómeno confirmado por el alcalde de Colmar, Eric Straumann.
Los paquetes post-aparcamiento aportan a la ciudad unos 350.000 euros al año. “Su importe es de 35€, importe correspondiente al tiempo máximo de aparcamiento de un día”, indica el alcalde. En términos más generales, el aparcamiento aporta 7,5 millones de euros cada año a las arcas municipales.Los primeros nombres han sido cambiados a petición de los interesados.