Aumento de la depredación cerca de lugares de habitación humana
Desde hace varios meses se vienen denunciando depredaciones cometidas por lobos a pesar de la proximidad de la presencia humana. Así, tras, en particular, el ataque a un rebaño de ovejas en Bormes-les-Mimosas (Var) a las puertas de dos escuelas, la depredación de casi una docena de ovejas y cabras en el jardín de una residencia de ancianos en Marsella o la horrible muerte de una yegua en un prado contiguo a la casa de sus propietarios en las Ardenas, es en Alta Saboya donde el lobo volvió a atacar en una zona urbanizada y a las puertas de un vivienda.
Un cervatillo devorado por un lobo en un barrio urbanizado de Alta Saboya
En efecto, el lunes pasado, al amanecer, una residente de Saint-Jorioz, una ciudad de 6.000 habitantes a orillas del lago de Annecy, a pocos kilómetros al sur de la prefectura, descubrió frente al seto de su casa, situada en una zona muy urbanizada zona, según nuestros compañeros de Dauphiné que nos han comunicado la información, un gran cervatillo que acababa de ser devorado por un depredador. Sorprendida por esta visión sangrienta, la señora corrió a avisar a su vecino, un cazador, que fue allí e informó a la OFB (Oficina francesa de biodiversidad).
El miedo a un probable accidente dramático
Los agentes de la OFB, enviados al lugar, rápidamente concluyeron, a la vista de las lesiones observadas en los restos del joven animal, que el culpable sólo podía ser el lobo que pulula en el departamento, para gran consternación de los criadores y pastores (sólo interesados , hasta ahora…). Tras los hallazgos de la OFB, el cadáver del cervatillo fue llevado a la planta de procesamiento. Por tanto, parece que, dada la multiplicación de estos elementos que demuestran la ausencia del miedo hacia el hombre adquirido por el lobo, la probabilidad de un “accidente” entre el hombre y el lobo es particularmente alta a medida que avanza su proliferación.