Es una de las joyas industriales del gran Occidente. La empresa McBride, con sede en Rosporden, Finisterre, sigue creciendo. La fábrica fabrica cada año más de 90 millones de aerosoles, principalmente para distribución masiva, en el ámbito del mantenimiento (ambientadores, insecticidas, etc.) y de la cosmética (desodorantes, espuma de afeitar, etc.) y destinados a toda Europa Occidental.
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Una nueva línea de producción
Impulsado por el desarrollo del mercado alemán en particular, “Nuestra ambición es superar los 100 millones de productos este año y estamos en el proceso de transformar la fábrica para llegar a los 140 millones”. indica Nicolas Dagault, director de operaciones del centro de aerosoles McBride en Rosporden. Entre otras cosas, se creará una nueva línea de producción para cosméticos.
En definitiva, seis líneas estarán destinadas a este mercado y cinco a mantenimiento, cada una de las cuales producirá 70 millones de unidades al año. El coste de la inversión será de 3 millones de euros. Con este objetivo, McBride también está contratando 45 empleados permanentes para fortalecer su plantilla.
La empresa, que el próximo año celebrará los treinta años de su actual sede, factura 65 millones de euros y apunta a 100 millones a medio plazo.
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