Como electos de izquierda, con Liliane, siempre hemos defendido el lugar y el papel de los consejos departamentales, porque garantizan las políticas locales que el Estado les ha confiado durante las sucesivas fases de descentralización. Estas capacidades están al servicio de los ciudadanos, como deseamos todos en esta asamblea. Sin embargo, desde hace varias décadas, la desconexión financiera del Estado hace cada vez más difícil asumir las misiones de los departamentos. Dado que nuestros pedidos al Estado han sido en vano, esperamos que el Consejo Departamental reenfoque políticas que son esenciales para nuestros jóvenes, nuestras familias, nuestros mayores y para nuestros territorios. Como se indica en el informe de OB, nuestro departamento está perdiendo más puestos de trabajo que otros departamentos, nuestros estudiantes de secundaria tienen los peores resultados en la región de Occitania (el Sr. DASEN lo recordó recientemente) y las familias tienen cada vez más dificultades para encontrar alojamiento. Todo esto cuestiona las orientaciones de nuestras políticas, por un lado, y el uso del plan de recuperación, por otro.
Reafirmamos que una verdadera política de izquierda debe colocar la educación en el centro de nuestras misiones. Esta es una de nuestras habilidades esenciales. Estudiar bien requiere buenas condiciones de enseñanza, profesores capacitados y establecimientos de tamaño humano que no superen una capacidad de 600 estudiantes. Es urgente tomar ejemplo de los demás departamentos de Occitania. Los demás lo hacen, ¿por qué no Tarn-et-Garonne?
Otra competencia obligatoria e imprescindible: la “social”, que permite a muchas personas y familias en dificultad recibir nuestro apoyo imprescindible. Nuestras políticas sociales deben permitir a nuestros veteranos vivir en establecimientos de acogida de calidad y accesibles a todos.
Sin embargo, la situación financiera de los EHPAD es catastrófica. El 75% de los EHPAD se encuentran en dificultades porque los residentes llegan cada vez más tarde y, por tanto, son más dependientes. Esto requiere más personal a cargo de los establecimientos y por tanto de los residentes.
Nos gustaría que el Estado aumentara el paquete de asistencia para permitir, por un lado, la contratación de personal y, por otro, reducir los costes para los residentes, que a menudo tienen pensiones muy modestas.
Último punto: vivienda social. 5.000 personas esperan vivienda social en nuestro departamento. También en este tema el Estado se ha desvinculado. A pesar de los esfuerzos realizados por nuestro departamento durante años a través de TGH, sería conveniente que la mayoría en el Consejo Departamental hiciera un balance de este problema y dedique más ayudas a los arrendadores sociales para que puedan construir más viviendas.
Aprovechamos este encuentro para desearle a usted, señor Presidente, queridos colegas, así como a todo el personal del Consejo Departamental y sus estructuras satélites, felices fiestas de fin de año.
Ghislain Descazeaux