En los últimos años, la derecha del Consejo General de Le Locle se ha mostrado cautelosa a la hora de votar los presupuestos elaborados por un ejecutivo más izquierdista. Desde las elecciones de la primavera pasada, los radicales liberales son mayoría en el Consejo Municipal. Suficiente para animar al grupo PLR-Vert’liberaux (PLR-PVL) a levantar la mano más a la hora de aceptar el presupuesto. Incluso cuando presenta un déficit de 1,4 millones de francos. El miércoles por la noche, un representante electo de derecha se abstuvo durante la votación y se negó a conformarse con un resultado negativo. Al final, las previsiones financieras para 2025 fueron aceptadas por 33 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones.
Para el POP, que se conforma con un presupuesto que tiene más ventajas que desventajas, se trata de un “buen compromiso que, como todo buen compromiso, nunca satisface a todos”, analizó Vivian Bolonia. Al igual que el Partido de los Trabajadores y del Pueblo, el grupo PS-Verts valoró que el personal municipal se beneficiará en 2025 de un paso automático y de un salario indexado al coste de la vida. Para el grupo PLR-PVL se trata de un presupuesto de transición. “Lo aceptaremos, pero no es un cheque en blanco”, advirtió Gaëtan Dubois.
A través de la voz de su ponente Corine Bolay Mercier, socialistas y ecologistas se mostraron preocupados por los “recortes realizados en las instituciones culturales y en los museos en particular”. Las posiciones de promoción y publicidad del Castillo de los Monts, del Museo de Bellas Artes (MBAL) y de los molinos subterráneos de Col-des-Roches se han recortado en un 25%.
El representante electo de los Verdes, Cyril Tissot, habló de un “ataque selectivo contra los museos” y añadió que “cualquier otro objetivo habría encontrado otro camino”.
Explicaciones de Anthony von Allemen, consejo municipal responsable de finanzas: “En el informe está escrito en blanco y negro [concernant l’inscription d’une subvention pérenne de 100’000 francs en faveur de l’exomusée] que se encontraría una compensación”.
Más allá del resultado, está la forma en que se hicieron estos recortes. Izquierdas y derechas hubieran agradecido que el Ayuntamiento discutiera con los órganos de dirección y gobierno de los museos antes de tomar esta decisión. Corine Bolay Mercier está convencida de que se podrían haber ahorrado en otros lugares. El socialista aprovechó para recordar el “aumento vertiginoso” del precio de entrada del MBAL que el Ayuntamiento decidió aumentar de 10 a 14 francos. “Si no hay suficientes entradas, no mejorará con un aumento de precio”.
Ante la forma en que el ejecutivo tomó estas decisiones y las comunicó, el grupo PS-Verts presentó un postulado. “No tiene ninguna razón de existir”, replicó Anthony von Allmen. “Existen plataformas de intercambio entre el ayuntamiento y la cultura. Hemos comprendido que es necesario utilizarlos mejor”, añadió, blandiendo la lista de delegaciones ejecutivas.
Al final, el postulado no encontró el favor ni a los ojos del PLR ni a los de la mayoría. /cwi
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