En Bélgica, el mercado de alquiler privado representa alrededor del 28% del sector inmobiliario. En Bruselas la tendencia se invierte y representa casi el 65% de este sector. Para la mayoría de estos propietarios, se trata de una actividad poco profesional. Por lo tanto, corresponde a estas personas sin habilidades específicas tener que gestionar estos alquileres. Sin embargo, desde la entrada en vigor de la ley de 1991 sobre el arrendamiento de la vivienda habitual, la situación se ha vuelto cada vez más compleja y la regionalización de las normas, con códigos específicos, evidentemente no ha simplificado nada. Por último, se imponen nuevas obligaciones legales a los arrendadores tras el fortalecimiento de la influencia de la Unión Europea y la evolución medioambiental y climática (estos son los requisitos PEB).
Además, alquilar una vivienda ya no es una simple cuestión de gestionar una propiedad “como un buen padre” para mejorar la pensión, sino que requiere habilidades y conocimientos cada vez más especializados.
Immo: estas medidas a favor de los inquilinos asustan a los propietarios en Bruselas
Por lo tanto, un “ladrillo” de casi 700 páginas elaborado por los abogados del SNPC era esencial para comprender este nuevo Código de Vivienda de Bruselas. Los autores señalan que esta materia está en constante evolución, aunque sólo sea a través de la jurisprudencia de los juzgados y tribunales, siempre está sujeta a cambios; La publicación que presenta el sindicato refleja la situación al 1 de noviembre de 2024, fecha de entrada en vigor del código en cuestión.
Los abogados se basaron tanto en el derecho como en la experiencia de campo para llevar a cabo la primera parte, que aborda sucesivamente los diferentes tipos de arrendamientos existentes –arrendamiento verbal o arrendamiento escrito (con la obligación de establecer el segundo)–, su duración y su terminación. . También se comentan alquileres, indexaciones, garantías de alquiler, etc. También se detallan las normas relativas al inventario de los locales a la entrada y salida.
Los derechos y obligaciones del arrendador y luego del inquilino se especifican en capítulos separados, antes de que se discuta la distribución de las reparaciones y trabajos y cargas entre las partes. Un capítulo aborda la cuestión de la enajenación de un edificio alquilado. También hay apartados dedicados al seguro contra incendios, a la finalización del contrato de arrendamiento y a las indemnizaciones relativas a esta finalización del contrato de arrendamiento, y finalmente a la inscripción del contrato de arrendamiento.
La segunda parte, “El procedimiento jurídico”, fue escrita por M. Florence Brassart y la tercera, “La fiscalidad de las rentas inmobiliarias”, por M. Aurélien Bortoletti.
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