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¿Y si el juicio por violación de Mazan fuera sólo la punta del iceberg?
Mientras que Dominique Pelicot fue declarado culpable de haber drogado a su esposa, Gisèle, para violarla, y de haberla hecho violar por medio centenar de desconocidos reclutados en Internet, cristalizando 225 violaciones cometidas entre enero de 2011 y septiembre de 2020 (un caso que denunciamos a te detallamos aquí), y que las decenas de acusados escandalizan con su defensa empapada de cultura de la violación (de la que os contamos en este artículo), la revista Marianne revela otras acusaciones enteramente ajenas al proceso pero igualmente sórdidas.
Ya sabemos que los hijos de Gisele Pelicot, Caroline Darian y David Pelicot, han hecho graves acusaciones contra su padre. Acusaciones de incesto, como padre y luego como abuelo. “La única diferencia entre mi madre y yo es la falta de pruebas en mi contra.“, denuncia Caroline Darian, convencida de haber sido violada mientras dormía. El hijo mayor de la familia, David, por su parte, sospecha de posibles abusos por parte de Dominique Pelicot hacia su propio hijo. Te lo contamos detalladamente en este artículo.
Pero hay algo más que aborda Marianne.
A saber: el asunto Marion. Un nombre modificado para preservar el anonimato, pero que designa directamente… a una víctima de un intento de violación. Hechos cuyo autor es Dominique Pélicot. Es la abogada de Marion, yo, Florence Rault, quien habla con Marianne…
Te lo explicamos.
“El juicio por violación en Mazan es sólo el comienzo”: la revelación de “Marion” o el reverso de una sórdida acusación
Es una historia que se remonta a 1999.
Marion tiene 18 años y es agente de bienes raíces. Trabaja en Mitry-Mory, en Seine-et-Marne. Muestra un apartamento a un cliente con prisas. Es el 11 de mayo de 1999. Y es precisamente en un dúplex de Villeparisis donde Marion será víctima de un intento de violación.
Como le dice su abogado a Marianne, Marion y este cliente entraron al dormitorio del dúplex. El cliente pedirá entonces algo para medir el apartamento. Marion luego va a su auto para recoger un parquímetro y regresa a dicho dúplex. Aquí es donde supuestamente tuvo lugar el ataque…
Luego, Marion ve al cliente, detrás de la puerta, tomarla por sorpresa, luego tirarla al suelo, golpearla y amenazarla físicamente con un arma blanca. En realidad, este último está equipado con un cortador. Entonces Marion será agredida sexualmente. Su atacante primero intenta arrancarle la ropa. Luego intenta drogarla utilizando una mordaza empapada en éter que aplasta sobre su boca.
Finalmente, una larga lucha hará que el atacante huya.
Marion se encerró en el vestidor del dormitorio dúplex y permaneció allí durante cuatro horas. A Marianne, yo Florence Rault especifica además: “Durante cuatro horas, en este camerino, Marion nunca se atrevió a salir por miedo a que la matara.“.
Sin embargo, este atacante no sería otro que Dominique Pélicot.
Como afirma Marianne, este asunto sin resolver desde hace 20 años finalmente dio un nuevo giro en septiembre de 2020, cuando Dominique Pelicot fue detenido en un supermercado por haber filmado bajo las faldas de varias mujeres, una detención que estuvo en el origen de las revelaciones sobre las violaciones de Mazan. Las autoridades tomaron una muestra de su ADN que coincidiría con la sangre encontrada en el zapato de Marion.
Se dice que Dominique Pélicot confesó, aunque niega cualquier intento de violación. Información confirmada por Le Parisien.
En cualquier caso, para nuestros colegas de Marianne no hay duda: está permitido no sólo insistir en este asunto, sino también en otros, cuyo corazón sería Dominique Pélicot, que hoy corre el riesgo de ser condenado a 20 años de prisión. Un veredicto que se pronunciará el 20 de diciembre y que ya está dando mucho que hablar.
“Este depredador, con fama de buen padre de familia, que entregó a su esposa Gisèle, drogada en Temesta, a al menos 50 hombres, durante diez años, este hombre desplomado de mirada oscura, autor intelectual, director y sumo sacerdote de una violación industrial, sabe que corre el riesgo de lo peor. Pero es sólo el comienzo“, asegura el periódico.