Como es tradición monegasca, las celebraciones organizadas con motivo de la boda real en el principado duraron tres días. La boda entre el príncipe. Alberto II de Mónaco y Charlène Wittstock, que se convirtió en Charlene de Mónacofueron los más importantes desde los de Príncipe Rainiero y Grace Kelly. Sin embargo, el matrimonio se vio empañado por la controversia después de que un periódico informara que la novia intentó huir de Mónaco tres veces al descubrir que el Príncipe Alberto había tenido otro hijo durante los cinco años de su relación. La imagen de Charlene Wittstock llorando durante toda la ceremonia religiosa dio la vuelta al mundo y nunca se ha confirmado si estas lágrimas eran de tristeza o de alegría.
De todos modos, las fastuosas celebraciones continuaron durante tres días. El principado gastó más de 45 millones de euros para la boda, que incluyó una cena de gala en la Ópera, dos conciertos, una ceremonia civil y una ceremonia religiosa. Para cada uno de estos eventos, Charlène lució diferentes outfits hechos a medida de marcas tan prestigiosas comoArmani y Akris.
De huéspedes, hubo una gran representación de coronas europeas e internacionales, toda la familia Grimaldi y numerosos modelos, actrices, actores, artistas y estilistas. Aquí tenéis nuestra galería de recuerdos de todos estos invitados.
