Violencia sexual y mosaicos de Marko Rupnik: lo que decidió el obispo de Tarbes y Lourdes

Violencia sexual y mosaicos de Marko Rupnik: lo que decidió el obispo de Tarbes y Lourdes
Violencia sexual y mosaicos de Marko Rupnik: lo que decidió el obispo de Tarbes y Lourdes
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Los mosaicos que adornan el santuario mariano de Lourdes no serán desmantelados por el momento. En un comunicado de prensa, el obispo de Tarbes – Lourdes toma una primera decisión: ya no estarán iluminadas durante las procesiones marianas nocturnas.

Mons. Jean-Marc Micas, obispo de Tarbes y Lourdes, ha tomado una decisión sobre los mosaicos creados por el artista esloveno Marko Rupnik, ubicados en el santuario mariano de Lourdes. Esta posición se produce en un contexto especialmente delicado, cuando Rupnik se enfrenta a numerosas acusaciones de agresión.

El comportamiento abusivo atribuido a Marko Rupnik abarca un período de más de 30 años, desde mediados de la década de 1980 hasta 2018. Los informes provienen de personas de diferentes épocas y lugares, incluida la comunidad de Loyola, el Centro Aletti, así como solo personas personales. reuniones con Rupnik. Cabe señalar que estos testigos no se conocen, lo que añade una dimensión adicional a la gravedad de las acusaciones.

Los mosaicos no serán desmontados por el momento

Ante estas revelaciones, Mons. Micas tuvo que tomar una decisión difícil respecto de las obras de Rupnik presentes en Lourdes. Los mosaicos, que adornan majestuosamente el santuario mariano, no serán desmantelados por el momento. Sin embargo, en un comunicado de prensa, el obispo anunció una primera decisión importante: los mosaicos ya no estarán iluminados durante las procesiones marianas nocturnas.

Esta decisión marca un paso simbólico, que demuestra el respeto y la consideración del obispado hacia las víctimas. El destino final de los mosaicos sigue sin resolverse.

El comunicado de prensa del obispo de Tarbes – Lourdes

He aquí el comunicado de prensa del obispo de Tarbes – Lourdes: “Tras la revelación de los numerosos atentados en los que estaba implicado Marko Rupnik, surgió la cuestión del futuro de los mosaicos que creó para el Santuario de Lourdes y que están colocados en el Entrada a la basílica de Notre-Dame du Rosaire. Muchas personas que fueron víctimas de violencia y abuso sexual a manos de clérigos han expresado de hecho su sufrimiento y la violencia que esta exposición ahora constituía para ellos.

Entre mayo y octubre de 2023, con el Rector del Santuario formamos una comisión para discernir la respuesta a esta difícil pregunta. Entre los miembros de esta comisión se encontraban víctimas (francesas y extranjeras), pero también expertos especializados en arte sacro, juristas, personas comprometidas en la prevención y la lucha contra los abusos y capellanes de Lourdes. La comisión ha estado trabajando desde noviembre de 2023 hasta ahora. Al mismo tiempo, también pude escuchar y leer las opiniones de muchas personas que quisieron enviarme su contribución: cardenales y obispos, artistas, juristas, víctimas, peregrinos, etc.

Hoy veo que las opiniones están muy divididas y muchas veces divididas. ¿Deberíamos dejar estos mosaicos donde están? ¿Deberían ser destruidos? ¿Deberían eliminarse o exhibirse en otro lugar? No hay consenso sobre ninguna propuesta. Las posiciones adoptadas son vivaces y apasionadas.

Por mi parte, mi opinión personal ya es clara: esta situación no tiene nada que ver con otras obras cuyo autor y víctimas han muerto, a veces desde hace varios siglos. Aquí las víctimas están vivas y el perpetrador también. Además, con el paso de los meses comprendí que no me correspondía razonar sobre el estatus de una obra de arte, su “moralidad” que debía distinguirse de la de su autor. Mi función es velar por que el Santuario acoja a todos, especialmente a los que sufren; entre ellos personas que son víctimas de abuso y agresión sexual, niños y adultos. En Lourdes, las personas juzgadas y heridas que necesitan consuelo y reparación deben ocupar el primer lugar. Ésta es la gracia específica de este Santuario: nada debe impedirles responder al mensaje de Nuestra Señora invitándolos a venir allí en peregrinación. Como esto se ha vuelto imposible para muchos, mi opinión personal es que sería mejor eliminar estos mosaicos.

Esta opción no resulta muy atractiva. Incluso encuentra una oposición real entre algunos: el tema despierta pasiones. Hoy, la mejor decisión a tomar aún no está madura, y mi convicción se convierte en una decisión que, si no se entendiera lo suficiente, añadiría aún más división y violencia.

Por lo tanto, seguiré trabajando aún más con las víctimas, para discernir qué se debe hacer, aquí en Lourdes, para cumplir con la exigencia absoluta de consuelo y reparación.

A partir de ahora, y de manera concreta, he decidido que estos mosaicos ya no se vean resaltados como hasta ahora por los juegos de luces durante la procesión mariana que reúne a los peregrinos cada tarde. Es un primer paso. Discerniremos, con personas de buena voluntad que acepten ayudarnos, los próximos pasos.

Me corresponde a mí, como “guardián de la cueva”, y más allá de la cuestión precisa del futuro de estos mosaicos, avanzar concretamente, una y otra vez, en la acogida de las víctimas y de todos los heridos, frágiles y pobres de Lourdes. Este será mi trabajo para los próximos meses, con quienes se comprometan a seguir ayudándome.

Encomiendo esta situación a la misericordia de Dios y a la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes y de Santa Bernadette. »

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