¿Qué consecuencias para la política exterior de Francia?

¿Qué consecuencias para la política exterior de Francia?
¿Qué consecuencias para la política exterior de Francia?
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yoa crisis política provocada por la disolución de la Asamblea Nacional suscita asombro y preocupación entre nuestros vecinos. También podría provocar un declive importante y prolongado de Francia en la escena internacional. En el peor momento. Mientras enfrentamos una sucesión de crisis geopolíticas, comenzando con la guerra en Ucrania, la inestabilidad política o un cambio radical en la política exterior debilitarían a nuestro país y afectarían su credibilidad.

Si la nueva Asamblea no pudiera formar una mayoría, ni siquiera relativa, la acción del ejecutivo y, por extensión, la acción exterior de Francia podría verse considerablemente limitada. Lógicamente, una Francia ingobernable sería menos audible a nivel internacional y, en primer lugar, en Europa.

Otro escenario: un gobierno apoyado por una nueva mayoría, emanada de partidos que aspiran a un cambio radical en nuestra política exterior e incluso cultivando la proximidad con potencias desestabilizadoras como Rusia o China. Correríamos el riesgo de un nuevo tipo de convivencia, mucho más conflictiva, en la que las palabras del Presidente y las del Primer Ministro diferirían en las grandes cuestiones internacionales o durante los Consejos Europeos.

En ambos casos, sería extremadamente difícil articular cualquier estrategia internacional. Nuestra política exterior también correría el riesgo de convertirse en rehén de nuestra política interior, lo que comprometería sus medios, en particular los de nuestra política de defensa y seguridad nacional.

Incertidumbres presupuestarias

La cuestión presupuestaria sería sin duda la más grave, cualquiera que sea la composición de la futura Asamblea Nacional. En caso de falta de mayoría, la votación sobre los presupuestos dependerá de negociaciones en las que cada bando dará prioridad al gasto electoral. También en caso de convivencia, la financiación de las promesas de campaña tendría prioridad sobre la de los gastos menos visibles en la vida cotidiana de los franceses.

La ley de programación militar correría así el riesgo de ser sacrificada en aras de tales arbitrajes. A pesar de las declaraciones de principios, los créditos militares podrían recortarse para evitar ahorros más impopulares en otros artículos, lo que tendría consecuencias dramáticas para nuestros ejércitos y todos los actores de la defensa.

LEER TAMBIÉN Quiebra, instrucciones de uso.También correríamos el riesgo de poner en duda el apoyo a Ucrania. Ya sea mediante una reducción de la ayuda prometida o dando un paso atrás en las decisiones más valientes. Sin embargo, cualquier disminución de la ayuda a Ucrania sería, por supuesto, perjudicial para los ucranianos, pero también para la credibilidad de Francia ante nuestros socios de la Unión Europea y la OTAN.

Principales amenazas a la seguridad

Finalmente, correríamos el riesgo de tensiones en Europa. Más allá de una crisis sin precedentes en nuestras relaciones con Alemania, subestimamos el impacto que tendría, por ejemplo, el fin del acercamiento iniciado desde 2023 con nuestros vecinos de Europa Central y del Este. Sería un error histórico seguir distanciandonos de estos países que hemos descuidado demasiado durante treinta años.

LEER TAMBIÉN Cómo Putin está desestabilizando a EuropaNuestra generación, nacida después de la caída del Muro de Berlín y el colapso de la URSS, y que creció con el regreso de importantes amenazas a la seguridad, no puede permanecer pasiva ante tales riesgos. Porque los desafíos internacionales, aunque excluidos de esta campaña electoral, están entre los más importantes que tendremos que afrontar. Ya sea la defensa de Francia contra sus adversarios externos o, más ampliamente, la defensa de las democracias contra potencias autoritarias que probablemente nos arrastren a conflictos importantes.

Por eso, cualquiera que sea la composición futura de la Asamblea Nacional, pedimos que el próximo gobierno se comprometa con tres áreas que deben estar en el centro de nuestra política exterior y de defensa en los próximos años.

Una línea firme contra la amenaza rusa

En primer lugar, preservar los medios de nuestra acción internacional, en particular en lo que respecta a la defensa nacional y la defensa de Europa. Esto implica, como mínimo, proteger la ley de programación militar, que representa un esfuerzo significativo dada la situación presupuestaria, pero sigue siendo insuficiente en comparación con la realidad de las amenazas.

A continuación, preservar el apoyo a Ucrania a toda costa. Esto significa respetar el acuerdo franco-ucraniano sobre cooperación en materia de seguridad, empezando por la entrega de la ayuda prometida para este año. Y no volver a la autorización de atacar territorio ruso respetando el derecho internacional, ni a la futura entrega de aviones Mirage, ni a la ambigüedad estratégica a la que se enfrenta el Kremlin.

LEER TAMBIÉN ¿Qué consecuencias tendrán las elecciones legislativas para Ucrania? Por último, continuar la cooperación iniciada con nuestros socios, en particular con los de Europa Central y Oriental. Se trata de ser parte de la historia, a medida que estas naciones ganan importancia dentro de la Unión Europea y la OTAN. Las ambiciones europeas de Francia dependen de ello, al igual que su influencia. Esto implica, en particular, el desarrollo de nuestras relaciones políticas, militares y económicas y el mantenimiento de una línea firme frente a la amenaza rusa.

Los tiempos son demasiado peligrosos para que Francia se dé por vencida. Ya sea reconstruyendo nuestra influencia europea o poniéndonos al día con el rearme, nos llevaría años recuperarnos. Si la situación internacional degenerara mañana, por ejemplo contra Rusia, correríamos el riesgo de un verdadero suicidio estratégico.

Dado que nuestra generación será la que vivirá en una Francia degradada y evolucionará en un mundo peligroso, pedimos que se evite este peor escenario. Hacemos un llamado a la constancia y coherencia en nuestra política exterior y de defensa. También será una manera para que Francia llegue a la cima mostrando su confiabilidad internacional, cualesquiera que sean sus problemas internos.

*Par Aurélien Duchêneinvestigador asociado en Euro Créative (centro de estudios francés sobre los países de Europa central y oriental); Arthur Kenigsbergpresidente y cofundador de Euro Créative; Romain Le Quinioudirector general y cofundador de Euro Créative; Cyrille Amourskyreportero de guerra independiente, Luis Duclosanalista geopolítico.

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