Desde su llegada al frente del partido, Nizar Baraka se ha afirmado como un líder visionario, decidido a insuflar nueva vida a una formación histórica en el panorama político marroquí. Bajo su liderazgo, Istiqlal ya no se contenta con confiar en su prestigioso pasado, sino que trabaja para construir un futuro acorde con las aspiraciones de un Marruecos en plena transformación. Este Consejo Nacional es el ejemplo perfecto de esto.
En el programa, decisiones estructurantes del partido: adopción de reglamentos internos actualizados, validación de un ambicioso Código de Ética y elección de presidentes y miembros de las principales comisiones. Estas medidas reflejan el deseo de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas, no sólo dentro de los órganos de gobierno, sino también en las relaciones con la base activista y los votantes. Nizar Baraka apuesta así por una gobernanza participativa y rigurosa, que sitúa a Istiqlal a la vanguardia de las prácticas democráticas en Marruecos.
Pero la cuestión va más allá de simples ajustes organizativos. Esta sesión es parte de una estrategia más amplia, cuyo objetivo es hacer del partido un actor clave en los próximos eventos electorales. El liderazgo de Baraka se basa en una doble convicción: sólo una organización sólida y democrática puede responder a los desafíos actuales, y sólo un proyecto político claro e inclusivo puede reunir a los marroquíes en torno a una visión ambiciosa para el futuro.
El secretario general, a través de su enfoque metódico y unificador, encarna esta ambición. Al enfatizar la modernización de las estructuras internas, prepara al partido para enfrentar los desafíos de las próximas elecciones, con el objetivo declarado de llegar a la cima de los grupos políticos del país. Este enfoque es también una señal dirigida a todo el campo político marroquí: Istiqlal está dispuesto a asumir un papel de liderazgo, no sólo en el debate nacional, sino también en la implementación de las grandes reformas esperadas.
Con esta sesión del Consejo Nacional, Nizar Baraka envía un mensaje contundente: el Partido Istiqlal se está transformando en una máquina política eficaz, democrática y profundamente arraigada en los valores que siempre han sido su fuerza. Esta reunión del 7 de diciembre bien podría marcar el inicio de una nueva era para el Istiqlal, la de un partido que combina modernidad y ambición, y que aspira a volver a convertirse en la referencia imprescindible del panorama político marroquí.