Un Boeing de Air Europa se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia el lunes en Natal, Brasil, después de fuertes turbulencias que provocaron una cuarentena de heridos leves, según los servicios sanitarios locales.
El avión, un 787-9 Dreamliner con 325 pasajeros a bordo, salió de Madrid el domingo con destino a Montevideo.
Pero “debido a la magnitud de las turbulencias, para mayor seguridad”, el avión tuvo que ser desviado a Natal, en el noreste de Brasil, donde “aterrizó con normalidad” el lunes, explicó Air Europa en un comunicado.
El aterrizaje se produjo a las 02H42 hora local (05H42 GMT), indicó Zurich Airport Brasil, la empresa que administra el aeropuerto internacional de Natal, en un comunicado enviado a la AFP.
Según la Secretaría de Salud del estado brasileño de Rio Grande do Norte, del que Natal es capital, 40 pasajeros fueron trasladados a hospitales, “con rasguños o traumatismos menores”. Once permanecían hospitalizados el lunes por la tarde.
Entre los heridos, personas de nacionalidad española, argentina, uruguaya, israelí, boliviana y alemana.
Un primer informe de Air Europa señalaba “siete heridos de diversa índole, así como un número aún indeterminado (de pasajeros) que habían sufrido contusiones leves”.
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La aerolínea española dijo que el avión permanecería en Natal para una “revisión para determinar el alcance de los daños”.
Los pasajeros fueron trasladados a la ciudad de Recife, 290 kilómetros al sur de Natal, “donde fueron alojados antes de partir próximamente hacia Montevideo”, dijo Air Europa, sin dar más detalles.
Una de los pasajeros, Mariela Jodal, publicó una fotografía en la red social X donde se aprecia que elementos del techo de la cabina se habían desprendido. Se veían grandes tubos amarillos en la parte interna del dispositivo.
Dijo que no resultó herida “gracias al cinturón de seguridad”.
Jodal luego criticó la forma en que se había tratado a los pasajeros, diciendo que la tripulación se había ido y que los pasajeros fueron “dejados a su suerte” en el aeropuerto de Natal.
En mayo, un británico de 73 años murió y varios otros pasajeros y tripulantes resultaron gravemente heridos durante unas graves turbulencias durante un vuelo de Singapore Airlines a bordo de un Boeing 777.
Los científicos afirman que el cambio climático está provocando más turbulencias en los vuelos.
Según un estudio realizado en 2023, la duración anual de las turbulencias aumentó un 17% entre 1979 y 2020 y las turbulencias graves, que son más raras, más del 50%.
