Carcasona. Gente guapa en los escenarios del teatro Jean Alary

Carcasona. Gente guapa en los escenarios del teatro Jean Alary
Carcasona. Gente guapa en los escenarios del teatro Jean Alary
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lo esencial
En 2024-2025, el lugar volverá a dar un lugar de honor a los grandes artistas, especialmente en el ámbito de la comedia y el humor. El director del sitio, Georges Bacou, retoma este hilo conductor que ha encontrado su público.

“La programación que mejor ha funcionado desde que soy director”. Georges Bacou es categórico: la pasada temporada del teatro Jean Alary experimentó un éxito de asistencia sin precedentes. Ocho espectáculos con entradas agotadas, un 12% de suscriptores adicionales, 20.000 entradas pagadas (+17% respecto a la temporada anterior)… Las desganas post-Covid parecen haber quedado atrás. El técnico pretende repetir durante la próxima temporada una valoración cuyo contenido ha sido desvelado esta semana: todos los ingredientes parecen estar ahí para que la asistencia continúe.

Un rápido vistazo a esta nueva programación nos permite comprender la fuerza del teatro de Carcassonne. Sólo durante el mes de octubre de 2024, sus tableros serán pisados ​​por Virginie Hocq y Jonhatan Lambert, y cuatro días más tarde por Yvan Attal y Noémie Lvovsky. El resto de la programación está en línea, ya sea sobre ópera (tosca por Puccini, La Trouvière de Verdi), la música (Eric Serra, antiguo compositor de Luc Besson) o la danza (Cascanueces). Pero es en términos de teatro puro donde destaca Jean Alary, con muchas risas y grandes nombres. Yvan Le Bolloc’h e Isabelle Mergault, Régis Laspales, Noëlle Perna (alias Mado la Niçoise), Sophie Marceau y François Berléand… ¡No tires más! O más bien sí, ya que el stand-up también estará ampliamente representado, ya se trate de la nueva generación (Malik Benthala, Paul Mirabel…) o de la “jefa” Anne Roumanoff.

“En el sentido de nuestros clientes”

Lo habremos entendido: en el teatro Jean Alary nos gusta acoger a gente guapa. Una elección totalmente asumida por Georges Bacou. “Ni siquiera los grandes clásicos, que funcionan muy bien en otros lugares, atraerán a tanta gente como si hubiera un cabeza de cartel”. Así, el director utiliza su ya establecida red para complacer a su público, deseoso de ir “en el sentido de nuestros clientes”. Con también esta preocupación constante por la calidad: “Las series donde no hay un actor estrella al menos han sido nominadas por Molières”. Todo ello procurando, si es posible, que no se presente ninguna propuesta en otra etapa situada a 100 km de distancia, para evitar cualquier dispersión del público.

En resumen, Jean Alary se está dando los medios para fidelizar aún más a sus seguidores de los que levantan el telón. Una vez más, el teatro está decidido a dar un gran golpe… o más bien tres.

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