Durante la noche del lunes al martes, un joven de 20 años, recién salido de prisión, fue detenido en Morangis (Essonne) tras negarse a obedecer, lo que desencadenó una persecución. El sospechoso, que conducía un vehículo robado, portaba una pistola cargada. Luego, un registro en su domicilio reveló la presencia de una metralleta cargada y dos botellas que contenían gasolina.
Una persecución nocturna
Hacia las tres de la madrugada, agentes de la Brigada Anticrimen (BAC) intentaron controlar un Peugeot 3008 en la avenida de la Croix-Boisselière. Según informó Actu17, el conductor se negó a detenerse y se dio a la fuga, acompañado de varios pasajeros. Se inició una persecución durante la cual el prófugo abandonó su vehículo cerca del estadio municipal de Morangis antes de huir a pie con sus cómplices.
Al huir, el conductor arrojó una pistola calibre 9 milímetros. La policía logró detenerlo y recuperar el arma. Los demás ocupantes del vehículo lograron escapar.
Un coche robado y descubrimientos inquietantes
Los primeros controles revelaron que el Peugeot 3008 había sido denunciado como robado desde el 25 de noviembre, en Seine-Saint-Denis, por una empresa de alquiler. En el interior del vehículo, la policía descubrió pasamontañas, lo que sugiere una posible preparación para un acto delictivo.
Una búsqueda llevada a cabo en el domicilio del sospechoso en Bondy (Seine-Saint-Denis) permitió descubrir una metralleta M3 calibre .45 cargada, así como dos botellas de gasolina, cuyo posible uso aún está por determinar.
Una reciente liberación de prisión.
El joven abandonó el ambiente carcelario el pasado 28 de noviembre. Detenido bajo custodia policial, debía comparecer ante el tribunal de Évry al final de la jornada de este martes.
La investigación continúa para encontrar a los cómplices de la fuga y esclarecer las circunstancias que rodearon estos hechos.
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