El Consejo Departamental del Gard revisa su forma de desarrollarse la economía social y solidaria (ESS) para 2025. El 26 de noviembre de 2024 en Pont-du-Gard, la comunidad presentó la concepto de llamado a los bienes comunes. Este sistema, actualmente en desarrollo, se basa en el trabajo cooperativo de los actores de la ESS (empresas, cooperativas, asociaciones, etc.). Serían entonces responsables de identificar necesidades del territorio y proponer conjunto de soluciones.
“Es una entrada territorial” en utilidad social, según las palabras por Hélène Meunier, vicepresidente del Departamento responsable de Lectura Pública y ESS. La convocatoria de propuestas comunes se diferencia de la clásica convocatoria de proyectos, donde son las comunidades las que definen una necesidad y seleccionan una o más estructuras proponiendo sus soluciones.
Una alternativa más cooperativa para las asociaciones del Gard
Esta estrategia alternativa, votada en marzo de 2024, es el resultado de las solicitudes de los actores locales, durante la consulta del Plan solidario a finales de 2021. Martial Jourdan, cofundador del tercer lugar Le 21 en Uzès y presidente de Radio Fuze, recuerda haber pedido un modo de funcionamiento que favoreciera cooperación entre asociaciones en lugar de competencia: “¡Dejen de ponernos en competencia, necesitamos unir nuestras habilidades!”
Un llamado visiblemente escuchado por la comunidad, porque tres años después, la herramienta del procomún está en desarrollo. Una primera “versión” se implementará en 2025, un año experimental, con una evaluación prevista para octubre. Hélène Meunier también indica que el presupuesto asignado a todas las zonas comunes será 250 000 € cada año.
En cuanto a las modalidades, la convocatoria de bienes comunes requiere una cooperación de al menos tres actores de la ESS. Estos deben responder a necesidades territoriales vinculadas a cuestiones como lucha contra la discriminación, la pobreza o el cambio climático, o incluso el crecer bien, el envejecer bien, integración o discapacidad.
Prevenir el lavado común
Estos criterios deberían perfeccionarse al lanzar las primeras convocatorias, permitiendo que el público se apropie del enfoque. Porque según Laurent Marseault, cofundador de Outils-réseaux, una organización que apoya las prácticas colectivas, este concepto es víctima de muchas ideas preconcebidas. “Hay un poco de lavado de cara” advierte el especialista en prácticas cooperativas digitales.
Aunque una de sus funciones consiste en crear una plataforma de internet puesta en común de recursos, advierte: “No basta con poner el contenido en línea, debe compartirse sinceramente y al mismo tiempo estar protegido legalmente”. Da un ejemplo: un juego de cartas que cofundó llamado Laboratorio prospectivo. Es una herramienta educativa para aprender sobre la preparación virtuosa para el futuro. Un recurso “cogestionado por una comunidad de productores y usuarios.
Este concepto es consistente con los términos de Stephanie Bost, ex director y fundador de la asociación Interphaz OST (diseño y promoción de iniciativas colectivas). Durante su conferencia, afirma que con el sistema de bienes comunes, “El consumo se convierte en un aporte”.