Una mujer de 34 años que quemó a su cachorro con un secador de pelo en marzo de 2024 fue condenada el lunes a un año de prisión. El perro, Gordo, fue adoptado en los días posteriores al incidente.
La “sesión de tortura”, denunciada por Acción Protección Animal (APA), ha indignado a mucha gente. La antigua propietaria de Gordo, un bulldog inglés, fue condenada a 12 meses de prisión por haber provocado quemaduras a su animal, este lunes 2 de diciembre, informa la asociación.
El pasado mes de marzo, los vecinos de esta mujer de 34 años alertaron a la policía tras escuchar al cachorro, de 9 meses en el momento de los hechos, aullar de dolor. El sospechoso rápidamente admitió haber pegado un secador de pelo “a máxima potencia” en la piel del animal.
Gordo encontró una nueva familia amorosa
Se justificó diciendo que era una maníaca y que no soportaba las huellas que dejó Gordo en el apartamento. Este último había sido quemado vivo “en casi el 40% de su cuerpo”, según la APA, que deplora un “caso que alcanzó un punto máximo de crueldad”.
El cachorro vivía “debajo de una mesa de la que no se le permitía moverse” y ya había sido operado de una fractura de cadera, señaló la asociación, a la que se encomendó el cuidado temporal del pequeño cachorro.
El hombre de treinta años también fue condenado a la prohibición permanente de tener animales y al reembolso de parte de los gastos veterinarios incurridos por Action Protection Animale.
Víctima de secuelas que le quedarán de por vida, Gordo pudo contar con una muestra de solidaridad y cariño muy significativa: en los días siguientes a los hechos se enviaron numerosas solicitudes a la APA para adoptar al bulldog inglés.
Gordo pudo así comenzar una “nueva vida lejos de cualquier sufrimiento, rodeado de amor y atención”, como indica la asociación en su sitio.
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