“En términos de seguridad y defensa, hemos mejorado claramente las cosas (…) con el deseo de avanzar en el Rafale, lo que supone un cambio importante en la relación bilateral y que para nosotros también consolida el desarrollo de este club”. dijo a los periodistas franceses en Riad.
No se esperaba ningún anuncio durante la visita del presidente a Arabia Saudita, pero sí al menos el deseo de “tomar una decisión” en esta dirección, indicó una fuente cercana al asunto.
Casi una docena de países ya tienen Rafales o han cerrado acuerdos comerciales para adquirirlos: Egipto, Qatar, India, Grecia, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Croacia y Serbia.
Emmanuel Macron también indicó que los dos países habían “avanzado en todo lo que es naval, defensa aérea, satélites”. “Firmamos los contratos que se esperaban”, añadió sin más detalles.
A principios de enero, Alemania decidió desbloquear un gigantesco pedido anticipado de 48 aviones procedentes de Arabia Saudí, sobre el que Berlín mantenía su veto desde 2018 y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Arabia Saudí, un peso pesado en Oriente Medio, lidera una coalición militar movilizada desde 2015 para apoyar al Gobierno yemení contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, que se apoderaron de la capital, Saná, en 2014 y desde entonces controlan amplias zonas del territorio.
La guerra en Yemen ha dejado cientos de miles de muertos y ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Los combates se han reducido significativamente desde que se negoció una tregua mediada por la ONU en abril de 2022, aunque terminó oficialmente seis meses después.
ONG y expertos de la ONU han acusado a todas las partes de haber cometido crímenes de guerra en este país vecino de Arabia Saudita, el más pobre de la Península Arábiga.