Para algunos, el habla les resulta a veces un poco tímido, para otros niños, más acostumbrados, las palabras les salen con facilidad. Este es particularmente el caso de Edgar. El joven tiene 12 años y por segunda vez sus compañeros le han confiado el papel de representarles en el Consejo Municipal de Juventud de la localidad de Marvejols. Una institución aún en su adolescencia que los funcionarios electos acompañan con gran valor. Patricia Brémond, la alcaldesa de la ciudad con su pañuelo tricolor, preside esta sesión de instalación. “Hace dos años instalamos este CMJ con cierta emoción. Hoy la emoción sigue ahí. Felicito a los nuevos funcionarios electos y a los reelegidos”declara el primer magistrado. En la sala del Consejo Municipal, alrededor de la mesa, los niños y sus padres entre el público. Una presencia que añade solemnidad al momento de vida democrática y cívica. “Es importante invertir en la ciudad. En la escuela se les dio la idea de presentarse. Apoyamos a nuestros hijos. También fue una oportunidad para reflexionar con ellos”explican Sandrine y Anne-Sophie, cada una de las cuales tiene un hijo que ahora lleva el pañuelo tricolor. De hecho, esta ceremonia fue ceremonial. Se trataba de reposicionar el marco de acción posible de este Consejo Municipal de la Juventud, pero también de incorporar simbólicamente a los niños a su papel. Se desarrollará en paralelo al real consejo municipal de la ciudad, es decir hasta 2026.
La idea de la República
La presentación del pañuelo tricolor es el primer gesto de esta actividad cívica. Los niños recibieron esta distinción con un toque de emoción. Lo llevarán, particularmente durante las ceremonias patrióticas a las que serán invitados, particularmente en lo que respecta al deber de memoria y transmisión. Los valores de la República y los pilares sobre los que se construye el contrato social fueron elementos recurrentes del discurso de bienvenida del alcalde de Marvejols.
El órgano democrático, tras la presentación de un completo y riguroso reglamento interno, comenzó a funcionar. “La expresión es libre y todas las ideas pueden debatirse”subraya Patricia Brémond, una forma de combatir cualquier forma de autocensura.
Los niños representan la realidad y la juventud de Marvejols en toda su diversidad. Hay niños pequeños, de 9 años, hasta la presencia de adolescentes. Uno de los elegidos tiene 15 años. A la mayoría le gusta leer, y todos, o casi todos, sienten cierta afición por el deporte. Además, durante la presentación de determinados proyectos las actividades deportivas cobraron protagonismo. Hasta que la piscina, donde dos veces, los jóvenes electos querían que la cubrieran. El alcalde respondió que no sin humor, volviéndose hacia los electos presentes en la sesión: “Me gustaría tranquilizar al asistente financiero que estará preocupado por la cubierta de la piscina. El joven electo no precisó con qué materiales. ¡Puede ser muy ligero! “.
Entre las áreas de preocupación, la seguridad alrededor de las escuelas y el desarrollo de una red de carriles bici. “En el caso de los carriles bici, estamos trabajando en ellos, en particular, a través del trabajo realizado en los bulevares. Vamos a abordarlo de manera aún más centrada llamando, entre otros, a las personas que viajan en bicicleta”.declara el alcalde.
De hecho, esta instalación no fue más que un esbozo de la vida democrática y de los debates que animarán este Consejo Municipal de la Juventud.
Próxima reunión el 4 de diciembre para la composición de las tres comisiones. Estos se reunirán una vez al mes. El aprendizaje cívico ocurre mientras se trabaja.