La empresa de fabricación de hormigón premezclado del Jura, Rusthul hormigones, y su jefe fueron multados el martes con un total de 320.000 euros (298.000 francos) por trabajos encubiertos, según supo una fuente cercana al expediente.
El tribunal penal de Lons-le-Saunier condenó al director de la empresa con sede en Champagnole a una multa de 160.000 euros y a su empresa a una multa del mismo importe, así como a 140.000 euros de embargo, indicó esta fuente.
Fueron declarados culpables de “trabajo oculto al reducir las horas trabajadas en la nómina” y “trabajo oculto al reducir la rotación”.
La empresa, que gestiona siete establecimientos, incluidas cinco plantas de hormigón en Jura y Doubs, fue objeto de un control por parte de la inspección del trabajo y de la gendarmería en diciembre de 2021.
Las investigaciones revelaron un sistema que permitía a los clientes pagar su pedido concreto en efectivo, en sobres entregados directamente a los conductores que realizaban la entrega. Los daños a Urssaf ascienden a más de 200.000 euros.
“Transparencia”
Durante la audiencia del 15 de octubre ante el tribunal penal de Lons-le-Saunier, el director de la empresa admitió parcialmente los hechos. Este amigo íntimo del ex presidente del consejo departamental del Jura, Clément Pernot (LR), aseguró ante el tribunal que su empresa ahora es “transparente” y que “ahora se rechazan los pagos en efectivo”, según el diario Le Progrès.
En junio de 2023, Rusthul Concretes fue objeto de un cierre administrativo de un mes por trabajos encubiertos, “una sanción excepcional” ordenada por el prefecto del Jura.
Los servicios de la prefectura subrayaron luego la “altísima proporción de empleados afectados” y la “reiteración del delito a lo largo del tiempo”.
En 2023, el gobierno lanzó un plan para combatir el trabajo ilegal, para “sancionar mejor, recuperar y reparar mejor los daños relacionados con el trabajo ilegal”, que cuesta a la seguridad social y al seguro de desempleo varios miles de millones cada año.
ETA