El MO.CO. Montpellier acoge la exposición Kader Attia más importante del sur de Francia

El MO.CO. Montpellier acoge la exposición Kader Attia más importante del sur de Francia
El MO.CO. Montpellier acoge la exposición Kader Attia más importante del sur de Francia
-

El MO.CO. acoge hasta el 22 de septiembre “Descenso al Paraíso”, una impresionante exposición monográfica del célebre artista visual Kader Attia.

Esta es la primera exposición de esta importancia para Kader Attia en el sur de Francia; lo cual no es insignificante para este importante artista cuyas cimas se extienden a nivel internacional pero cuyas raíces se hunden bajo el Mediterráneo.

Escultura, pintura, fotografía, collage, instalación, vídeo… el artista visual franco-argelino hace todo lo posible, sin considerar nunca el arte por el arte, pero siempre hablando a través de él de las heridas del mundo y de la necesidad de abordarlas. vendarlos tanto como pensar en ellos. “A menudo hablamos de la dimensión política de la obra de Kader Attia, en particular a través de su idea de reparación, pero no lo suficiente sobre la belleza de su obra. Es esta reflexión la que ha llevado a la organización de esta exposición”, explica Numa Hambursin, director general de MO.CO. Por estética que sea y por poética que parezca, dicha exposición no abandona ningún discurso ético o político. De lo contrario ! Incluso en la fisicalidad del recorrido museístico propio del centro de arte contemporáneo de Montpellier.

Al descubrir que la circulación se realiza desde el primer piso hasta el sótano, Kader Attia vio exactamente lo contrario de la promesa de la modernidad y del capitalismo basada, según él, en la creencia “ilusoria” en la constante progresión (o acumulación, eso es lo mismo) hacia arriba, hacia lo cada vez más alto. Moral: su exposición, que quiere invitar al movimiento contrario, se titula “Descenso al paraíso” y, en una desescalada de inspiración dantesca, nos invita sucesivamente al purgatorio, al infierno y finalmente al Edén.

en el purgatorio

El primero es el de la espera y la salida, de su ambivalencia. Así, una magnífica serie de fotografías de hombres de espaldas contemplando el horizonte desde la bahía de Argel nos cuenta el sueño del exilio. ¿Dejar que uno aguante y los demás lo seguirán? En efecto, sólo uno no analiza la distancia sino la actualidad en su periódico. En Kader Attia, el significado está siempre ahí, ofrecido, límpido, poético, comprensible con las entrañas, con el corazón.

Una instalación de ropa azul de Mare nostrum lleva por título “El Mar Muerto” (2015). Una escultura de neón muestra “DémonCracy” (2003). Una barrera de malla con adoquines incrustados se titula “No aprisionamos las ideas” (2018). A estas evidencias metafóricas, podemos preferir la magnífica serie de collages “Tras la genealogía moderna” (2012-2018), repletas de referencias arquitectónicas y recuerdos íntimos, a los que se une la proyección de un lento travelling vertical en el lateral del un edificio en Seine-Saint-Denis, donde creció el artista.

En el infierno

En la planta baja, el salón del inframundo impone el silencio. La serie “Cultura, otra naturaleza reparada” (2024) ocupa una sala entera: bustos monumentales de madera tallados con cinceles y hachas que aúnan el arte tradicional africano y el arte moderno, y forman un conjunto de rostros rotos, víctimas a la vez que vigilantes de una mundo herido. “Sobre el silencio” (2018), que moviliza otra habitación, nos hace mirar al cielo: un efecto extraño, como el de un techo lleno de prótesis viejas…

El “Trabajo crítico sobre los puntos ciegos de la modernidad”como lo define el propio Kader Attia, continúa con una colección de crucifijos de culturas no occidentales cristianizadas a la fuerza y ​​en contrapunto la instalación “Intifada, los rizomas interminables de la revolución” (2016) con sus árboles de metal donde tirachinas de cogollos…

En el paraíso

Después de la instalación de veintiún palos de lluvia sobre brazos motorizados que sugiere la naturaleza circular del tiempo, mientras calma nuestros cráneos en medio de una tormenta, descendemos, finalmente, al paraíso… que el artista visual imagina al lado de antiguo reino de Lan Na en Tailandia.

Un díptico de bellísimos vídeos proyectados sobre toda una pared testimonia, a través de la voz de un pacífico transexual, la relación única con los fantasmas y los árboles que cultivan los habitantes, budistas y animistas, de esta parte del Triángulo de Oro. Nos desplomamos sobre cojines para no perdernos nada y soñamos con nuestro vínculo reparado con la naturaleza, con el mundo. El arte de Kader Attia no tiene otro fin.

“Kader Attia – Descenso al Paraíso” en MO.CO., 13 rue de la République, Montpellier. Hasta el 22 de septiembre, de martes a domingo. www.moco.art

-

PREV NÎMES Pequeños chefs para un momento de compartir
NEXT Conciertos, musicales, cine… Aquí tienes la programación de tu verano en La Garde