La cocina era el centro de atención en la escuela infantil Jean-Moulin.
39 alumnos de CM1 y CM2 formaron talleres y brigadas para preparar canastas sorpresa las cuales cocinaron con la ayuda de las madres de los alumnos e invitados que acudieron al evento. Entre ellos, Léa Chiari, pastelera en Nîmes y Khalid Konate, pastelero en Bessèges. Este proyecto nació gracias a Estelle, profesora de esta clase de pequeños cocineros. Su pasión por la cocina le dio la idea de reunir: “Siempre me ha apasionado la cocina, esta forma de unir a la gente, es incluso un lenguaje universal. He visto a niños de nueve años cocinar mejor que yo porque ya lo hacen en casa mientras ayudan a sus padres.“
Un pequeño chef entre muchos otros • Baptiste Petit
Un profesor implicado en la asociación Cannelle
Justo antes de la covid surgió la idea de crear una asociación para promocionar estos talleres de cocina. Siempre con el mismo objetivo: acercar personas y crear vínculos. Por lo tanto, Estelle aprobó su CAP de cocina para poder supervisar mejor estos talleres y formarse desde muy joven. Estelle tuvo otra idea: “Pensamos en una cocina móvil, para no limitarnos sólo a Nimes.” Esto hace que la cocina sea aún más accesible para todos, inspirándose en Petites Cantines, una red sin fines de lucro de comedores de barrio.
