La Sala Penal encargada de delitos financieros del Tribunal de Apelación de Fez emitió, el miércoles 26 de junio, una sentencia decisiva en el juicio contra la red de “corrupción, malversación, despilfarro de fondos públicos y abuso de poder” que proliferaba en el seno de la Ayuntamiento de Fez. Esta sentencia marca un importante punto de inflexión en la lucha contra la corrupción en Marruecos, subrayando el compromiso del Reino de moralizar su vida política de acuerdo con las directivas reales.
Sentencia del alcalde de Fez: una señal contundente
El alcalde de la capital espiritual del reino, Abdeslam Bekkali, procesado mientras se encontraba en libertad, fue condenado a seis meses de prisión por “falsificación de acuerdos y contratos” dentro de la misma autoridad local. Esta decisión anula así la sentencia de primera instancia que lo absolvió de todos los cargos.
Abdeslam Bekkali y el secretario del consejo municipal, Soufiane Drissi, inicialmente absueltos en primera instancia, fueron condenados cada uno a seis meses de prisión por no denunciar y por abuso de poder. Esta convicción envía un mensaje claro: la impunidad ya no tiene cabida en las instituciones públicas marroquíes.
Penas aumentadas para los principales acusados
A Islam Fadlallah, también implicado en un caso en un mercado municipal de automóviles, se le aumentó la pena de tres a cinco años de prisión. Otros acusados, como Ahmed Aghridis, director del depósito municipal, y Drago Mohamed, intermediario, también recibieron penas de prisión más severas.
El ex diputado de la USFP Abdelkader El Boussairi vio incrementada su pena de cinco a ocho años de prisión, acompañada de una multa de 100.000 dirhams. El pasado mes de enero, el Tribunal Constitucional ya le había despojado de su mandato como diputado y el tribunal administrativo de Fez le había destituido de su cargo de tercer teniente de alcalde de Fez. Estas severas sanciones reflejan la determinación de las autoridades judiciales de castigar el abuso de poder y la malversación de fondos públicos.
Las ONG y asociaciones desempeñan un papel crucial en el seguimiento de las prácticas políticas y la denuncia de abusos. El fortalecimiento de la sociedad civil en Marruecos va acompañado de medidas que facilitan el acceso a la información y fomentan la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones.
Un compromiso real por un Marruecos honesto
Este veredicto está en consonancia con las directivas reales destinadas a moralizar la vida política marroquí. El Rey Mohammed VI ha expresado en varias ocasiones su deseo de que Marruecos se dote de instituciones transparentes y honestas, libres de cualquier forma de corrupción. Estas decisiones judiciales demuestran un firme deseo de erradicar las prácticas corruptas y restaurar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Abdeslam Bekkali, elegido presidente del consejo municipal de Fez el 20 de septiembre de 2021, ve ahora su mandato empañado por estos casos judiciales. Sin embargo, esta convicción bien podría ser el preludio de una nueva era para Fez, donde la transparencia y la integridad serán las consignas de la gobernanza local. Marruecos, bajo el ilustrado liderazgo del Soberano, continúa mostrando el camino hacia una democracia fortalecida por instituciones honestas y responsables.
En definitiva, este juicio y sus veredictos ejemplares refuerzan la imagen de un Marruecos decidido a luchar contra la corrupción, fiel a las directivas reales y decidido a ofrecer a sus ciudadanos una vida política sana y moralmente irreprochable. La moralización de la vida política no puede ser eficaz sin la participación activa de la sociedad civil.
