Senegal marcó el domingo el 80º aniversario de la masacre de Thiaroye, durante la cual decenas de reclutas senegaleses y otros africanos fueron asesinados por colonos franceses.
El 80º aniversario de la masacre tuvo lugar en el cementerio de Thiaroye, a las afueras de la capital, Dakar, donde el presidente senegalés depositó una ofrenda floral sobre varias tumbas, en presencia de los presidentes de Mauritania, Gambia, Guinea-Bissau y Comoras. , así como el ministro francés de Asuntos Exteriores en representación del presidente Emmanuel Macron.
El presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, afirmó que la conmemoración de la masacre “no tiene como objetivo perpetuar el odio, sino arrojar luz sobre los acontecimientos del 1 de diciembre de 1944 y conocer la verdad”.
El jefe de Estado senegalés añadió que los combatientes caídos en Thiaroye no eran “mercenarios, sino héroes que lucharon con honor y valentía por la liberación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial”.
El presidente mauritano, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, que pronunció un discurso en nombre de sus homólogos africanos, llamó a no olvidar esta página negra de “nuestra historia común”, donde los combatientes africanos cruzaron continentes para defender una causa con la que no tenían nada que ver. .
En su discurso, Ould Ghazouani afirmó que lo ocurrido el 1 de diciembre de hace ocho décadas en Thiaroye demuestra “la violencia, la negación y la negativa a garantizar los derechos fundamentales que los africanos siempre han sufrido”, señalando que la conmemoración de este aniversario en el mismo lugar donde La masacre que tuvo lugar es “otro signo de la determinación de los africanos de reclamar su dignidad. »
Por su parte, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, confirmó el reconocimiento de la masacre por parte de Francia, señalando que esto “forma parte de la política del presidente francés, Emmanuel Macron, encaminada a arrojar luz sobre estas páginas oscuras de la historia de Francia durante la época colonial”. »
Senegal está esperando que Francia desclasifique sus registros de esa época, mientras un comité de historiadores y profesores publicó un informe que dice que Francia hizo todo lo posible para encubrir la masacre.
Mamadou Diouf, presidente de la comisión, declaró que existen “documentos falsificados que dan cuenta de un pequeño número de víctimas, estimadas entre 300 y 400 muertes”.
Diouf pidió que se conozca el verdadero número de víctimas, señalando que “el reconocimiento oficial de la masacre por parte de Francia después de ochenta años es un paso adelante, pero no significa perdón”.