El Manoir des Cèdres, en Périgord Noir, quiere atraer nuevos clientes

El Manoir des Cèdres, en Périgord Noir, quiere atraer nuevos clientes
El Manoir des Cèdres, en Périgord Noir, quiere atraer nuevos clientes
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“No hemos tocado nada desde que empezamos en marzo. El señor y la señora Vidal ya habían hecho el trabajo. » Laura Perrin, la nueva propietaria del Manoir des Cèdres, en Rouffignac-Saint-Cernin-de-Reilhac (Dordoña), sabe que con su marido…

“No hemos tocado nada desde que empezamos en marzo. El señor y la señora Vidal ya habían hecho el trabajo. » Laura Perrin, la nueva propietaria del Manoir des Cèdres, en Rouffignac-Saint-Cernin-de-Reilhac (Dordoña), sabe que con su marido Jules tienen una gran herramienta en sus manos.

La pareja, originaria de Isère, está en su tercera aventura. “Hicimos un pequeño recorrido por este departamento”, revela Laura. Cuando vimos las fotos de los Cedros nos dijimos que íbamos a venir a visitarlo. » Nos enamoramos inmediatamente del hotel restaurante Périgord Noir. Tres estrellas para el apartado de hotelería y cocina tradicional para el apartado de restauración. “Mi marido viene de la gastronomía y no quiere volver allí”, sonríe el propietario. El foie gras, la cabeza de ternera y el gravlax de salmón han sido invitados a la mesa de Cèdres.

La proximidad de la A 89

Más allá de una oferta tradicional, a los nuevos propietarios les gustaría especialmente desarrollar eventos, ya sean privados o profesionales. El gran salón de recepción, al fondo del parque, es ideal para celebrar bodas, por ejemplo. “La ubicación se presta para este tipo de eventos”, afirma Laura Perrin. Bodas, pero también bautizos, comuniones, seminarios de empresa, árboles de Navidad o reuniones del comité de empresa. »

Una voluntad dictada por la demanda. “Para el mes de septiembre ya tenemos algunas reservas”, afirma el propietario. Una propietaria que lo admite sin problema, cerca de Lyon, su marido y ella tienen bastantes contactos dentro del mundo empresarial. Sin olvidar la proximidad de la A 89 que facilita el acceso.

“Tenemos 23 habitaciones, lo que equivale a 56 camas”, explica Laura Perrin. Es perfectamente posible privatizar todo el establecimiento durante varios días. » La pareja también se acercó a proveedores de servicios locales para ofrecer una oferta global a sus clientes. Es el caso de un fotógrafo local de bodas, en concreto. “Tenemos la herramienta, depende de nosotros utilizarla bien”, concluye el jefe.

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