El Tribunal Supremo de Brasil falló el martes por amplia mayoría a favor de despenalizar la posesión de cannabis para uso personal, en un amargo juicio que divide profundamente a la sociedad del país más grande de América Latina.
Ocho de once jueces votaron a favor de que la posesión de cannabis ya no esté sujeta a sanciones penales y siga siendo “un acto ilícito”. El presidente del máximo tribunal de Brasil, Luis Roberto Barroso, aclaró que esta decisión no significó “en ningún caso una legalización” del cannabis en Brasil.
Los jueces aún deben fijar la cantidad máxima autorizada para la posesión de cannabis para consumo personal, durante una nueva sesión prevista para el miércoles. Este juicio de larga duración comenzó en 2015 y ha sido interrumpido varias veces.
La legislación actual, que data de 2006, tipifica como delito “adquirir, poseer o transportar drogas sin autorización”. Este delito está previsto en el Código Penal, pero ya no se castiga con pena privativa de libertad como ocurría en el texto anterior, que preveía una pena de seis meses a dos años de prisión.
El texto de 2006 no estipula hasta qué cantidad de cannabis un individuo puede ser considerado un simple consumidor -sancionado con penas alternativas, como los servicios de interés general- y no un traficante, que incurre en duras penas. Esta valoración se deja a la policía, a la fiscalía o a los jueces de primera instancia, sin ningún criterio objetivo real.
Durante el juicio, en agosto de 2023, el juez Alexandre de Moraes denunció que “los jóvenes, especialmente los negros, son considerados traficantes si son detenidos en posesión de cantidades de droga mucho menores que los blancos mayores de 30 años”.
Este tema sigue siendo muy controvertido en Brasil, donde los movimientos conservadores se oponen firmemente a cualquier despenalización.
El Senado aprobó en abril un texto para consagrar en la Constitución que la posesión de cualquier cantidad de drogas constituye un delito, incluido el cannabis. Esta enmienda a la Constitución debe ser examinada próximamente por la Cámara de Diputados.
Su uso con fines medicinales también es objeto de debate en Brasil, donde los pacientes han tenido que acudir a los tribunales para obtener el derecho a utilizarlo en tratamientos a base de CBD, la molécula no psicotrópica del cannabis, para determinadas formas de epilepsia grave.
Muchos países han despenalizado el uso recreativo del cannabis, renunciando a las penas de prisión para sus consumidores, pero menos lo han legalizado, como Uruguay en 2013 o Alemania en febrero.
